Querida comunidad, ¿Sabían que el santo padre León XIV
encomienda una intención de oración por mes?
Estas intenciones son una convocatoria mundial a la acción y
oración. El Papa las confía a su Red Mundial de Oración, que las difunde a
través del “Video del Papa”.
Hoy te invitamos a leer esta reflexión inspirada en el vídeo del
mes de octubre
Por la colaboración entre las distintas tradiciones
religiosas
Este mes de octubre, el Papa León
XIV preocupado por la división en la que vive el mundo de hoy nos invita a
seguir trabajando por la paz. Esta vez, remarcando la importancia de que
nuestras creencias no sean en ningún ámbito motivo de discordia o
enfrentamiento. “Que las religiones no sean usadas como arma o muralla sino
como puente y profecía”.
Cada uno de nosotros está llamado
a ser “instrumento de paz” como bien enseñaba San Francisco de Asís para que la
belleza llegue a su plenitud. Esta misión nos requiere reconocernos como
hermanos y hermanas llamados a vivir en un clima de fraternidad universal
superando las diferencias y encontrando la riqueza en la diversidad.
Esta tarea no la podemos realizar
solos, necesitamos el impulso del Espíritu Santo que nos hace capaces de ser
Iglesia, de ser familia, de ser comunidad donde puedan surgir cada vez más
ejemplos concretos de gestos y testimonios de justicia y fraternidad humana que
nos interpelen a creer que transformar el mundo es un sueño posible si
estamos juntos y caminamos en el mismo sentido.
“Tenemos que reaprender a
escuchar y colaborar sin destruir” nos dice el Papa León XIV, y señala que
para lograrlo tenemos que purificar nuestro corazón. Limpiar toda violencia,
todo aquello que nos pueda llevar a ofender, herir, lastimar. Para hacer la paz
tenemos que empezar por limar nuestras asperezas más profundas. ¡Qué desafío!
En una sociedad que tantas veces
juzga sin piedad, y genera enfrentamientos innecesarios que tanto daño nos
hacen pidamos a Jesús que nos enseñe su modo de ser humildes, mansos de corazón
y abiertos a descubrir con mirada amorosa lo diferente. Que en la
diversidad sepamos ver el rostro infinito de un Dios que sabe habitar en todos
los corazones.
Que este mes podamos comprometer
nuestra oración personal y comunitaria para “seguir haciendo creíble el
sueño del bien común, acompañando la vida, sosteniendo la esperanza y siendo
levadura para la unidad en un mundo fragmentado”, como nos invita el Papa.
Aprovechemos también esta ocasión
para examinar si nuestras acciones aportan a la paz de cada día. Tengamos en
cuenta que cada día es una oportunidad hermosa para ser mejores personas,
que la esperanza nos motive a seguir caminando hacia una convivencia donde el
diálogo, la escucha, la empatía y el respeto sean los cimientos de los vínculos
que tenemos con los demás.
Amén
María Claudia Enríquez @clauchitaaaa
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