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domingo, 15 de marzo de 2020

"En la Samaritana, estamos representados nosotros." - Homilía de Monseñor Angelelli




Lecturas del día: Exodo 17,3-7. / Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9. / Romanos 5,1-2.5-8.

Evangelio según San Juan 4,5-42.

Jesús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: "Dame de beber".
Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La samaritana le respondió: "¡Cómo! ¿Tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?". Los judíos, en efecto, no se trataban con los samaritanos. Jesús le respondió: "Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: 'Dame de beber', tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva". "Señor, le dijo ella, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva? ¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que sus hijos y sus animales?". Jesús le respondió: "El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la Vida eterna". "Señor, le dijo la mujer, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sacarla". Jesús le respondió: "Ve, llama a tu marido y vuelve aquí". La mujer respondió: "No tengo marido". Jesús continuó: "Tienes razón al decir que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad". La mujer le dijo: "Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar". Jesús le respondió: "Créeme, mujer, llega la hora en que ni en esta montaña ni en Jerusalén se adorará al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad". La mujer le dijo: "Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo". Jesús le respondió: "Soy yo, el que habla contigo".
En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le preguntó: "¿Qué quieres de ella?" o "¿Por qué hablas con ella?". La mujer, dejando allí su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: "Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que hice. ¿No será el Mesías?". Salieron entonces de la ciudad y fueron a su encuentro.
Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús, diciendo: "Come, Maestro". Pero él les dijo: "Yo tengo para comer un alimento que ustedes no conocen". Los discípulos se preguntaban entre sí: "¿Alguien le habrá traído de comer?". Jesús les respondió: "Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra. Ustedes dicen que aún faltan cuatro meses para la cosecha. Pero yo les digo: Levanten los ojos y miren los campos: ya están madurando para la siega. Ya el segador recibe su salario y recoge el grano para la Vida eterna; así el que siembra y el que cosecha comparten una misma alegría. Porque en esto se cumple el proverbio: 'no siembra y otro cosecha' Yo los envié a cosechar adonde ustedes no han trabajado; otros han trabajado, y ustedes recogen el fruto de sus esfuerzos". Muchos samaritanos de esta ciudad habían creído en él por la palabra de la mujer, que atestiguaba: "Me ha dicho todo lo que hice". Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer: "Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente el Salvador del mundo".

Homilía de Monseñor Enrique Angelelli - 2 de marzo de 1975:   

El domingo pasado concluíamos nuestra reflexión con la pregunta que San Pablo hizo al caer del caballo, en su viaje a Damasco: ¿“Señor qué quieres que haga”? Creo que si pudiésemos juntar todas las respuestas que durante la semana hemos escuchado de nuestro Padre Dios, podríamos escribir un libro con esas respuestas; son experiencias vividas y que iluminan la vida. Le agradecemos a Dios porque nos sigue hablando de diversas maneras, como lo suele hacer Él. Lo importante es saber y poder tener afinado el oído para descubrir su Voz y darle acogida a lo que nos dice. Me parece que se va como desovillando eso del comienzo de la cuaresma: “conviértete y cree en el Evangelio”. 

En este domingo; tenemos una hermosa página del Evangelio ( Jn. 4, 5-42).
Lo acabamos de escuchar. Es un diálogo de Jesús con una mujer Samaritana, junto al brocal de un pozo de agua, llamado: “pozo de Jacob”. En este diálogo tenemos la respuesta que todos buscamos para nuestra vida. También la Samaritana quiere saber de Jesús: “qué debe hacer...” En este diálogo, Jesús le responde en pocas palabras: “Si conocieras el Don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva... el agua que yo le daré salta hasta la vida eterna...”. “...los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre de los cielos en espíritu y verdad...”. “...sé que va a venir el Mesías, el Cristo, cuando él venga El nos lo dirá todo... Jesús le dice: “Soy yo, el que habla contigo...”.

“SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS”. Esta es la gran respuesta que nuestro Padre Dios nos hace a nosotros, como individuos y como pueblo, al preguntarle: “Señor, qué quieres que haga...”. Conocer el “DON DE DIOS”, es conocer a JESÚS. Jesús es el regalo que nos da nuestro Padre Dios. Este es el regalo que nos hace en el bautismo; darnos la FE, la Esperanza y el Amor en Jesús. 

Entregarnos la VIDA que Jesús nos trae de nuestro Padre Dios es el regalo que Dios quiere darnos al decirnos el miércoles de ceniza: “conviértete y cree en el Evangelio”. Esta es “el agua que salta hasta la vida eterna”: la misma vida de Dios en nosotros que nos lleva al encuentro con nuestro Padre Dios. La Vida que nos exige ser: amigos, hermanos, constructores de una sociedad distinta de la que vivimos; ver las cosas, la creación, la vida, los bienes materiales, con la misma mirada de Dios. Por eso el anuncio de Jesús es BUENA NOTICIA; éste es su Evangelio; es al que tenemos que convertir la vida individual y como pueblo. Sólo así podremos adorar a nuestro Padre del cielo en “espíritu y en verdad”, sin fingimientos; sin buscarnos a nosotros mismos; sin creernos falsos dioses; sólo así seremos hombres libres; hombres que construiremos esa anhelada paz; pero por caminos de verdadera justicia y amor a nuestros semejantes; solamente así sabremos descubrir en el rostro de cada hombre el rostro de Dios, porque ese Dios se ha hecho hombre; vive entre nosotros; camina con nosotros; somos su pueblo; toma un nombre y se llama: JESÚS. 

En la persona de la Samaritana, estamos representados nosotros. El diálogo de Jesús con la Samaritana es el diálogo que permanentemente debemos hacer los hombres de nuestro tiempo para reencontrar, si lo perdimos, o encontrar por primera vez, a Jesús. Él es la GRAN RESPUESTA a nuestra   pregunta que no nos deja en paz: “¿Señor qué quieres que haga? Como ven, es una página evangélica muy rica para reflexionarla, solos y en familia. En esta Cuaresma, Dios nos va poniendo estos pasajes evangélicos, como faros para que en el camino de nuestra vida diaria vayamos iluminando el camino que venimos haciendo. Simplemente, en una reflexión dominical, no nos permite sino echar algunas pistas para que en la semana podamos seguir pensando y tomando resoluciones para la vida. Es un pasaje muy rico para la catequesis; es un canto de esperanza; es muy humana y a la vez una ayuda muy grande para que redescubramos el “don de Dios” que es la “Fe Cristiana”, que tenemos por el bautismo.

A la luz de este texto del Evangelio, les quiero hacer esta última reflexión:
En este “año santo universal” y en este año, en el que nos hemos propuesto hacer, por la diócesis, una visita misionera con la Imagen de San Nicolás, todos debemos proponernos profundizar el “Don de Dios” de nuestra Fe Cristiana. Necesitamos sentir la necesidad de reevangelizarnos. No para evadirnos de nuestras responsabilidades y de nuestros problemas concretos, sino para mirarlos a la luz de Cristo.

Concretamente: debemos dar un impulso muy grande a la catequesis en nuestra diócesis. El Obispo y con él todos los sacerdotes, tenemos como la gran tarea y misión ser los primeros catequistas de nuestra comunidad. A esta misión primordial, llamamos a hermanos de nuestra comunidad para conferirles la misión de ser catequistas. Por eso queremos, una vez más, agradecer y animar a nuestros catequistas por su sacrificada y evangélica misión que cumplen.

Pero todos los bautizados y confirmados, por exigencia de la Fe que profesamos, debemos ser catequistas. El papá y la mamá en su propio hogar. Es tarea como padres y como pareja ayudar al crecimiento de la Fe en sus hijos. Es tarea de nuestros maestros y profesores darles a los niños y a los jóvenes la visión cristiana de la vida y fundamentarles las razones por qué creen, por qué esperan y viven. Es tarea de cada Comunidad cristiana. 

Trasmitimos a nuestros hijos y a las generaciones futuras no sólo conocimientos y nociones de religión; esto es necesario, pero lo fundamental es trasmitir una VIDA y ésta es la VIDA DE DIOS por y en Jesucristo a través de la Palabra de Dios y de la participación consciente, activa y madura en los sacramentos, especialmente en la celebración de la Eucaristía. Por eso no se extrañen que debamos exigir mayor preparación en quienes reciben los sacramentos; sea ellos los niños para la comunión y la confirmación; sean ellos los padres y padrinos; sean ellos las comunidades cristianas que deben respaldar la Fe de quienes se inician en la vida cristiana; sean ellos los novios que se preparan para el matrimonio. A veces encontramos que algunos se molestan porque la Iglesia les exige mayor preparación. Piensen que es para felicidad de ustedes. Por supuesto que quienes son legítimamente llamados para catequizar o preparar a los sacramentos, especialmente al matrimonio, deben ser cristianos que con sus vidas den testimonio de esa vida que anuncian; ser fieles hijos de la Iglesia; ser verdaderos servidores de sus hermanos. 

No es mi intención entrar a reflexionar las exigencias de cada sacramento en esta homilía radial. Pero, sí, quiero señalar esto: todos estamos llamados a la reconciliación. Existe un sacramento que se llama precisamente el sacramento de la reconciliación; la PENITENCIA SACRAMENTAL. Creo que es necesario ahondar su importancia y su proyección. También en este sacramento requerirá una reflexión profunda para que sepamos descubrir mejor el “don de Dios” que se nos da en el “perdón sacramental”. Lo deberemos hacer quienes tenemos el ministerio de presidir su celebración y quienes se acerquen al confesionario. Oportunamente daremos lo que en esta materia, la misma Iglesia ya nos ha señalado y facultado dar. Advirtamos, todos, que no darle toda la importancia que tiene, es no descubrir el “Don de Dios”. Por último: “ahondar el Don de Dios” que es nuestra fe cristiana, no es evadirnos de nuestra realidad concreta en que vivimos como riojanos y como argentinos. Es todo lo contrario. Porque no es conocer el “Don de Dios” buscar que la Iglesia se reduzca a los solos recintos de los templos. Ni es asumir y vivir la Fe como Don de Dios, rechazar a la Madre Iglesia, herirla, y usar de la misma Fe para conseguir otros fines que son, algunos de ellos, inconfesables. 

Amigos, revisemos la propia vida a la luz de esta invitación que Jesús le hace a la mujer Samaritana: “SI CONOCIERAS EL DON DE DIOS y quién es el que te pide de beber...”. Porque como se ha dicho: “en la tarde de nuestra vida, se nos pedirá cuenta de cómo la hemos administrado”. 

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viernes, 5 de abril de 2019

"LA MISERICORDIA DE DIOS CON LOS QUE SE ARREPIENTEN"



Los predicadores de la verdad y ministros de la gracia divina, todos los que desde el principio hasta nuestros días, cada uno en su tiempo, nos han dado a conocer la voluntad salvífica de Dios, nos enseñan que nada hay tan grato y querido por Dios como el hecho de que los hombres se conviertan a él con sincero arrepentimiento. 

Y, para inculcarnos esto mismo de un modo aún más divino, la divina Palabra del Dios y Padre, aquel que es la primigenia y única revelación de la infinita bondad, con un rebajamiento y condescendencia inefables, se dignó convivir con nosotros, hecho uno de nosotros; e hizo, padeció y enseñó todo aquello que era necesario para que nosotros, que éramos enemigos y extranjeros, que estábamos privados de la vida feliz, fuéramos reconciliados con nuestro Dios y Padre y llamados de nuevo a la vida.

En efecto, no sólo curó nuestras enfermedades con la fuerza de sus milagros, no sólo nos liberó de nuestros muchos y gravísimos pecados, cargando con la debilidad de nuestras pasiones y con el suplicio de la cruz -como si él lo mereciera, cuando en realidad estaba inmune de toda culpa-, con lo que saldó nuestra deuda, sino que nos enseñó también, con abundancia de doctrina, a imitarlo en su benignidad condescendiente y en su perfecta caridad para con todos.

Por esto afirmaba: No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Y también: No son los sanos los que tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Y decía también que él había venido a buscar a la oveja perdida. Y que había sido enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Asimismo, insinúa de una manera velada, con la parábola de la dracma perdida, que él ha venido a restablecer en el hombre la imagen divina, cubierta por el repugnante estiércol de los vicios. Y también: Os aseguro que habrá en el cielo gran alegría por un pecador que se convierta.

Con este fin, a aquel hombre que cayó en manos de los ladrones, que lo desnudaron, lo golpearon y se fueron dejándolo medio muerto, él lo reconfortó, vendándole las heridas, derramando en ellas aceite y vino, haciéndolo montar sobre su propia cabalgadura y acomodándolo en el mesón para que tuvieran cuidado de él, dando para ello una cantidad de dinero y prometiendo al mesonero que, a la vuelta, le pagaría lo que gastase de más.

Nos muestra también la condescendencia del buen padre para con el hijo pródigo que regresa arrepentido, al que abraza, al que devuelve plenamente sus prerrogativas de hijo, sin echarle en cara su conducta anterior.

Por esto mismo, cuando encuentra a la oveja que se había apartado de las otras cien, errante por los montes y colinas, la devuelve al redil, no a golpes y con amenazas ni agotándola de fatiga, sino que, lleno de compasión, la carga sobre sus hombros y la vuelve al grupo de las demás.

Por esto también clamaba: Venid a mí todos los que andáis rendidos y agobiados, que yo os daré descanso. Y decía: Tomad sobre vosotros mi yugo, dando el nombre de yugo a sus mandamientos, esto es, a una vida ajustada a las enseñanzas evangélicas; y dándoles también el nombre de carga, ya que, por la penitencia, parecen algo pesado y molesto: Porque mi yugo -dice- es suave y mi carga ligera.

Y en otro lugar, queriendo enseñarnos la divina justicia y bondad, nos manda: Sed santos, perfectos, misericordiosos, como vuestro Padre celestial. Y también: Perdonad y seréis perdonados. Y: Cuanto queréis que os hagan los demás, hacédselo igualmente vosotros.

De las Cartas de san Máximo Confesor, abad
(Carta 11: PG 91, 454-455)

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jueves, 3 de noviembre de 2016

Entrevista al P. Pablo Pastrone - (Escritor sobre Mons. Angelelli)

Queridos amigos, a continuación les comparto una entrevista realizada al Padre Pablo Pastrone, quien hace tres meses estuvo de visitas en la diócesis de La Rioja para celebrar la memoria y homenaje a Mons. Angelelli al cumplirse los 40 años de su asesinato. 
El P. Pastrone escribió sobre Mons. Enrique Angelelli, asesinado el 4 de Agosto de 1976, siendo obispo de la diócesis de La Rioja.
En la siguiente entrevista el mismo padre Pablo nos cuenta detalles de su vida y sus escritos.




Hola Padre Pablo, muchas gracias por brindar tu tiempo para esta entrevista.

¿Cómo nació tu vocación al sacerdocio? ¿Qué edad tenías?

Antes que nada, quiero agradecerles profundamente por invitarme a compartir con ustedes mi experiencia, que aunque modesta, a alguno podrá serle útil. Los primeros signos de vocación los percibí de niño. Frecuentaba una capilla de mi barrio, en José C. Paz, provincia de Buenos Aires, y, en la cotidianeidad de la vida, en esa comunidad, me di cuenta, en virtud de la insistencia, de que lo que sentía no era un simple juego infantil. Pasó el tiempo. Y, ahora en pleno ejercicio del ministerio pastoral, vuelvo una y otra vez a recrear en la memoria y el corazón aquellos primeros gestos del amor de Dios, que siempre nos “primerea” como le gusta decir a nuestro querido papa Francisco.

Actualmente ¿En qué parroquia estás sirviendo? ¿Alguna actividad que están realizando en la parroquia y quieras compartirla?

Desde el mes de abril de este año, el arzobispo de La Plata, Mons. Aguer, me encomendó la atención pastoral de la Parroquia Nuestra Señora de los Milagros de Villa Elisa. Ésta es una comunidad verdaderamente familiar en la que niños, jóvenes, adultos y ancianos parecerían tener el mismo “élan” vital. Con ellos nos hemos embarcado en la Misión de la Misericordia en adhesión al Año Jubilar, que consiste en llevar a Cristo centrífugamente, desde los más cercanos hacia los más lejanos, poniendo el acento en los más necesitados. Por otra parte, también trabajo apostólicamente con los adolescentes en varios colegios, entre ellos: María Teresa de Pereyra (una localidad cercana a la Parroquia), la Anunciación de Ringuelet, San José de Devoto, y, de vez en cuando, en la Inmaculada de La Plata. Estos son ámbitos sumamente propicios y fértiles para la siembra apostólica.

¿Qué le dirías a un joven que tienen inquietudes vocacionales?

En primer lugar, lo que haría es aplaudir estridentemente al muchacho o muchacha que se pregunta por su vocación, sea a la vida matrimonial, misionera, ministerial o consagrada. Interrogarse por el llamado de Dios es ya en sí mismo una bendición y un logro. En segundo lugar, si el candidato/a siente que está verdaderamente convocado/a a realizar una misión específica en la Iglesia, lo/a alentaría a seguir adelante, pues el camino del Señor es hermoso, independientemente de que sea “estrecho” como él mismo lo describió en los Evangelios. Dios regala el “ciento” por “uno”. 

Además de tu ministerio sacerdotal también te dedicas a escribir, ¿verdad?

Efectivamente. Me dedico a la investigación y a la docencia, especialmente de temas eclesiales, históricos y teológicos, y, algunas veces, me agarra algún berretín poético, o de otros géneros literarios: ensayos, cuentos, fábulas y demás yerbas.


Escribiste algunos libros sobre Monseñor Enrique Angelelli:
¿Cuáles son estos libros? ¿Cómo nació tu interés por este pastor?   ¿Qué hechos o palabras de su vida fueron significativos para vos?   ¿Qué características en particular destacarías de Mons. Angelelli?

jueves, 11 de agosto de 2016

CELEBRACIÓN DE LOS MARTIRES (LA RIOJA) - COMPILADO




Queridos amigos, seguidores y lectores de este blog, a continuación le ofrezco un compilado de links de las Celebraciones que se realizaron en la provinica de La Rioja, Argentina, al conmemorarse los 40 años de la muerte de estos martires:

P. Gabriel Longuevile -  Ver Módulo Catequístico
Fr. Carlos de Dios Murias -  Ver Módulo Catequístico
Wenceslao Pedernera - Ver Módulo Catequístico
Mons. Enrique Angelelli - Ver Módulo Catequístico

En estos link encontraran el relato de las celebraciones, audios, fotos y videos:





Semana de Mons. Angelelli

"Un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio"








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lunes, 8 de agosto de 2016

Martirio de Mons. Angelelli - Misa por los 40 años




 El día 4 de Agosto del corriente año se realizó en la Iglesia Catedral y Santuario de San Nicolás (La Rioja-Argentina) la celebración eucarística en conmemoración por los 40 años del asesinato de Mons. Enrique Angelelli (3° obispo de la diócesis de La Rioja).


La misa fue presidida por el obispo local, Mons. Marcelo Daniel Colombo, acompañado de: Mons. Mario Antonio Cargnello-Arzobispo de Salta, Mons. César Daniel Fernández-Obispo de Jujuy, Mons. Carlos María Franzini-Arzobispo de Mendoza, Mons. Fernando Carlos Maletti-Obispo de Merlo Moreno, Mons. Jorge Marín Torres Carbonel-Obispo auxiliar de Lomas de Zamora y Mons. Daniel Gustavo Braida-Obispo auxiliar de Mendoza y una gran cantidad de sacerdotes, de la diócesis y de otras diócesis del país, como así también algunos seminaristas de la diócesis local y de la diócesis de Quilmes.







La celebración eucarística conto con una concurrida participación de fieles del pueblo riojano y también de fieles de otras diócesis (Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata). También estuvieron presentes sobrinos de Mons. Angelelli que acompañaron todas las celebraciones que se realizaron en homenaje a este pastor que anunció el Evangelio en la diócesis de La Rioja desde el año 1968 hasta el año 1976 (4 de Agosto).

"Un oido en el pueblo y otro en el Evangelio" - Mons. Angelelli

A continuación podrán leer y escuchar la homilía de Mons. Marcelo Colombo:

Leer homília de Mons. Colombo

Escuchar homília de Mons. Colombo





                                           
   

Antes de la bendición final, el sacerdote de mayor edad en la diócesis, el P. Roberto Queirolo dirigió unas palabras recordando algunos momentos compartidos con Mons. Angelelli.




Al finalizar la celebración eucarística, se realizó la oración responsorial.              
Mons. Colombo acompañado de los obispos concelebrantes y de las autoridades provinciales y municipales se dirigió al lugar donde descansan los restos de Mons. Angelelli y los dos obispos anteriores a él (Mons. Froilán Ferreira Reinafé y Mons. Horacio Arturo Gómez Dávila)






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viernes, 5 de agosto de 2016

Martirio de Mons. Angelelli - Conferencias




Los dias 1 y 2 de Agosto por la conmemoración de los 40 años del asesninato de Mons. Enrique Angelelli se compartieron las siguientes conferencias:

Lunes 1 de Agosto


  • "El Concilio Vaticano II, la Iglesia y su misión pastoral" (Contexto del obispo conciliar Mons. Angelelli) - P. José Marins. (Brasil) Escuchar audio
  • "La misión, el testimonio y el martirio" - P. Carlos Saracini. (Pasionista) Escuchar audio
  • "Un pastor junto a los trabajadores" - Esteban Carranza  (JOC - Córdoba) Escuchar audio


Martes 2 de Agosto

  • "Angelelli, padre y pastor de los consagrados" - Hna. Angelica de los Santos.
  • "Angelelli, el mártir del Concilio Vaticano II"  - P. Luis Liberti SVD y P. Pablo Pastrone



P. Pastrone y P. Liberti


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Martirio de Mons. Angelelli - Procesión



El día miercoles 3 de Agosto se realizó una procesión en conmemoración del 40° aniversario del asesinato de Mons. Enrique Angelelli. Esta procesión se inició en la escuela que lleva el nombre de este obispo y finalizó en la comunidad Mons. Angelelli perteneciente a la parroquia Santa Rita.





En esta caminata también se realizó un pedido de Justicia y Paz

Mons. Colombo bendice el fuego que iluminara el camino.




Al llegar al lugar se llevo a cabo la celebración eucaristica.
La celebración fue presidida por Mons. Marcelo Colombo, obispo de la diocesis de La Rioja, acompañado del parroco del lugar, el P. Miguel y otros sacerdotes de La Rioja y de diferentes provincias. 


 
"Qué aquel espiral de la muerte y el dolor hoy
sea el espiral de la vida y la esperanza" Mons. Colombo




Lema de esta celebración , N° 15 Misericordiae Vultus - Francisco


Al finalizar la misa se realizó la fiesta de las comunidades y fogón con artistas invitados, entre ellos Peteco Carabajal.

Muchas gracias Alexis Rosales (La Rioja) y Gastón Lebrero (Quilmes) por colaborar con las fotos.


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miércoles, 3 de agosto de 2016

MARTIRIO DE MONS. ENRIQUE ANGELELLI - CELEBRACIÓN POR LOS 40 AÑOS DE SU ASESINATO



El día Domingo 31 de Julio se realizó la celebración conmemorativa por los 40 años del asesinato de Monseñor Enrique Angelelli (Diócesis de La Rioja - Argentina), esta celebración se llevó a cabo en la ermita “El Pastor” ubicado en la Ruta 38. 




El nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig presidió la celebración eucarística (11Hs) acompañado del obispo local Mons. Marcelo Colombo, el obispo emérito de la diócesis Mons. Roberto Rodríguez y ocho obispos más de distintas diócesis del país.  Estuvieron presentes sacerdotes de la diócesis local y de otras diócesis como así también los seminaristas de la diócesis de Quilmes.



 El nuncio recordó que “el 4 de agosto de 2006, el entonces cardenal Jorge Bergoglio visitó La Rioja en ocasión del trigésimo aniversario de la muerte de monseñor Angelelli”, oportunidad en la que señaló que en aquella homilía el hoy Papa habló del diálogo del obispo con su pueblo y destacó que este diálogo “tiene esas dos actitudes que son: coraje para anunciar el Evangelio y aguante para sobrellevar las dificultades que la misma predicación del Evangelio provoca”.



También caracterizó a monseñor Angelelli como ‘un enamorado de su pueblo’ con un gran corazón por los ancianos, los pobres, los enfermos, la justicia. “Monseñor Enrique expresó ese amor en una poesía: ‘Déjame que te cuente lo que me quema por dentro; es amor que se hizo carne con chayas y dolor de pueblo’. Don Enrique estaba convencido ‘de que el hombre hecho de barro escondía adentro un proyecto de la Trinidad, un proyecto de Dios’, que era ‘una mezcla de tierra y de cielo, proyecto humano- divino’ que ‘en cada hombre se hace rostro y su historia se hace pueblo’.”



Al finalizar la misa se compartió el almuerzo entre todas las comunidades presentes con el acompañamiento musical de la orquesta “Monseñor Angelelli” integrada por niños y jóvenes del barrio Virgen del Valle.






A las 15hs se realizó una oración y evocación a homenaje a Monseñor Angelelli sobre la ruta 38, este momento estuvo a cargo de los sacerdotes que integran el grupo de Curas en la opción preferencial por los pobres. Con este homenaje finalizaron las celebraciones de este día Domingo.





Más fotos:













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