Queridos
amigos, con alegría compartimos con todos ustedes la nueva exhortación
apostolica del Santo Padre Francisco. Al final de este articulo encontraran el
link para descargarla, antes te contamos la historia de este documento:
Enero 2017: Carta del Papa a los jóvenes
La
primera página de este documento, en cierto modo, la escribió el Papa Francisco
el 13 de enero de 2017: ese día se publicó el Documento Preparatorio del Sínodo
y el Papa decidió acompañarlo con una Carta en la que invita a
los jóvenes a lanzarse "hacia un futuro desconocido, pero
portador de ciertas realizaciones", siempre acompañados por Dios.
Septiembre
de 2017: Seminario Internacional sobre la situación de la juventud
La
invitación del Papa se recogió en el "Seminario Internacional
sobre la condición de la juventud en el mundo", organizado en
Roma, en septiembre de 2017, por la Secretaría General del Sínodo. Durante los
trabajos se discuten numerosos temas relacionados con la juventud: de la
migración al desempleo, del compromiso social al político, del desarrollo
tecnológico a la fe. Al final, la voz de los jóvenes se eleva claramente:
"Somos una familia – dicen – escuchémonos unos a otros y crezcamos
juntos". Esto pone de relieve el deseo de los jóvenes de encontrar en la
Iglesia un hogar, una familia, una comunidad donde puedan madurar sus opciones
de vida y contribuir al bien común.
Los
frutos del Encuentro Presinodal se recogen en un Documento Conclusivo que
el 25 de marzo de 2018, Domingo de Ramos y Jornada Diocesana de la Juventud, se
entregó al Papa en la Plaza de San Pedro. "En este documento – explicaron
al Papa – te damos nuestra vida y los deseos más profundos de nuestro corazón.
Estamos seguros de que la Iglesia seguirá escuchando las voces de los jóvenes.
Junio
de 2018: Instrumentum laboris en 7 palabras claves
El Instrumentum Laboris del
Sínodo, entonces, presentado a la prensa el 19 de junio de 2018, recoge todas
estas peticiones, integrándolas con más de cien mil respuestas dadas por los
jóvenes al cuestionario en línea lanzado en los meses anteriores por la
Secretaría General del Sínodo. Siete, sobre todo, son las palabras clave que
emergen del Instrumentum: escucha, acompañamiento, conversión, discernimiento,
desafíos, vocación y santidad.
Octubre 2018: Documento Final del Sínodo
Los
temas contenidos en el Instrumentum laboris se convierten así en la "hoja
de ruta" del Sínodo sobre el tema "Jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional", que tiene lugar en el Vaticano en octubre de 2018 y que ve a
muchos jóvenes hablando en el Aula. Sus reflexiones, sus testimonios, sus
fuertes llamadas se encuentran en el Documento Final de las obras,
cuyo hilo conductor es el episodio de los discípulos de Emaús, narrado en el
Evangelio de Lucas.
Enero
2019: JMJ en Panamá
De
hecho, son muchos "nosotros los jóvenes" que en enero de este año
encontraron al Papa Francisco en Panamá,
con ocasión de la 34ª Jornada Mundial de la Juventud. Como sucedió en Río de
Janeiro en 2013, cuando los exhortó a "hacer ruido", es decir, a
hacerse oír, ahora el Pontífice invita a los jóvenes a hacer algo activo y
creativo en la Iglesia y en el mundo, haciendo uso de sus "energías
renovadoras" para ser "testigos del Evangelio": "Queremos
encontrar y despertar junto con vosotros la continua novedad y juventud de la
Iglesia, abriéndonos siempre a esta gracia del Espíritu Santo que tantas veces
hace un nuevo Pentecostés. Y esto sólo es posible si, como acabamos de vivir en
el Sínodo, sabemos caminar, escuchándonos y completándonos unos a otros, si
sabemos dar testimonio anunciando al Señor en el servicio a nuestros hermanos,
que es siempre un servicio concreto".
Marzo 2019: Exhortación apostólica
El
25 de marzo, dos años después de la primera Carta a los Jóvenes, el Papa confía
a la Virgen Lauretana la Exhortación Apostólica Post-sinodal, siempre en forma
de Carta: un signo concreto de esa escucha, ese diálogo y ese caminar juntos
deseado por los participantes en el Sínodo.
Abril
2019: Publicación de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL sobre los Jóvenes:
"VIVE CRISTO" (Descargar) o leer online La exhortación está conformada por los siguientes capítulos:
Capítulo I: “¿Qué dice la Palabra de Dios sobre los jóvenes?” Capítulo II: “Jesucristo siempre joven” Capítulo III: “Tú eres el ahora de Dios” Capítulo IV: “El gran anuncio para todos los jóvenes” Capítulo V: “Los caminos de la juventud” Capítulo VI: "Jóvenes con raíces" Capítulo VII: “La pastoral juvenil” Capítulo VIII: “Vocación” Capítulo IX: “El discernimiento”
El Santo
Padre Francisco realizara un viaje apostólico a Chile. Esta visita del
papa se realizara desde el día 15 de Enero al 18 de Enero y luego visitara
Perú desde el 19 al 22 de Enero. A continuación
encontraran el programa de actividades de la visita a Chile y un video con
algunas recomendaciones muy importantes sobre cómo conseguir entradas para los
distintos eventos que se realizaran.
Lunes
15 de enero de 2018 ROMA - SANTIAGO
8.00 Salida en avión de Roma/Fiumicino hacia
Santiago de Chile
20.10 Llegada al aeropuerto internacional de
Santiago de Chile
Ceremonia
de bienvenida
21.00 Llegada del Santo Padre a la Nunciatura
Apostólica
Martes
16 de enero de 2018 - SANTIAGO
8.20 Encuentro con las autoridades, la sociedad
civil y el cuerpo diplomático en el Palacio de la Moneda
9.00 Visita de cortesía a la Presidenta en el
Salón Azul del Palacio de la Moneda
10.30 Santa Misa en el Parque O’Higgins
16.00 Breve visita al Centro penitenciario femenino
de Santiago
17.15 Encuentro con los sacerdotes, religiosos/as,
consagrados/as y seminaristas en la Catedral de Santiago
18.15 Encuentro con los obispos en la sacristía de
la Catedral
19.15 Visita privada al Santuario de San Alberto Hurtado,
SJ
Encuentro
privado con los sacerdotes de la Compañía de Jesús
Miércoles 17 de enero de 2018 - SANTIAGO-TEMUCO-SANTIAGO
8.00 Salida en avión del aeropuerto de Santiago
de Chile hacia Temuco
10.30 Santa Misa en el Aeropuerto de Maquehue
12.45 Almuerzo con algunos habitantes de la
Araucanía en la casa “Madre de la Santa Cruz”
15.30 Salida en avión del aeropuerto de Temuco
hacia Santiago de Chile
17.00 Llegada al aeropuerto de Santiago de Chile
17.30 Encuentro con los jóvenes en el Santuario de
Maipú
18.30 Traslado en vehículo cerrado a la Pontificia
Universidad Católica de Chile
19.00 Visita a la Pontificia Universidad Católica
de Chile
Jueves
18 de enero de 2018 - SANTIAGO-IQUIQUE-LIMA
8.05 Salida en avión del aeropuerto de Santiago
de Chile hacia Iquique
10.35 Llegada al aeropuerto internacional de
Iquique
11.30 Santa Misa en el Campus Lobito
14.00 Almuerzo con el séquito papal en la Casa de
retiros del Santuario Nuestra Señora de Lourdes de los Padres Oblatos
16.45 Llegada al aeropuerto de Iquique
Ceremonia
de despedida
17.05 Salida en avión del aeropuerto internacional
de Iquique hacia Lima
Hoy celebramos a San Juan XXIII (latín: Ioannes
PP. XXIII) - Angelo Giuseppe Roncalli (1881-1963),
fue el papa número 261 de la Iglesia católica entre 1958 y 1963.
Angelo Roncalli nació el 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, en
Lombardía, Italia.El ambiente religioso de su familia y
la vida parroquial bajo la guía del padre Francesco Rebuzzini, le
proporcionaron a Angelo formación cristiana. Un tío llamado
Zaverio fue el guía espiritual del pequeño Angelo desde el día del
bautismo hasta su ingreso en el seminario. La idea de hacerse sacerdote lo
motivó desde su infancia. Cuando su padre le reprochaba su poca dedicación a
los trabajos del campo, prefiriendo esconderse entres las viñas a leer y
estudiar, Angelo contestaba: "Quiero
ser sacerdote". El padre, aun siendo un hombre de fe profunda y
sincera, se oponía a la vocación del hijo porque le parecía una excusa para
dejar de trabajar. Fue el tío Zaverio, quien lo respaldó en su vocación y
consiguió la manera de hacerlo estudiar hasta entrar en el seminario de Bérgamo
a la edad de 11 años (1892).
---Desde su niñez podemos percibir que fue un hombre de fe---
Luego de una primera etapa en el
Seminario de Bérgamo, Angelo Roncalli En 1896 fue admitido en la Orden
Franciscana Seglar por el director espiritual del seminario de Bérgamo, el
padre Luigi Isacchi. Hizo una profesión de esa Regla de vida el 23 de mayo de
1897. Junto con otros dos estudiantes, es enviado a Roma para proseguir sus
estudios en el Seminario Romano del Apollinare.
En el 1901 desde allí escribe a sus
familiares:
"El Señor me quiere sacerdote; por
eso me ha colmado de beneficios, hasta mandarme aquí a Roma... No me hago cura
por cumplido, para hacer dinero, para hallar comodidades, honores, placeres,
sino solamente para hacer el bien, de cualquier modo, a la gente pobre."
Nacido en la pobreza, su opción de
vida, será siempre desde los pobres, contra la pobreza material y espiritual,
confiado en la voluntad de Dios. Antes de su ordenación el diácono escribe en
su "Diario del alma":
"¿Qué será de mí en el porvenir?
¿Seré un buen teólogo, un jurista insigne, o bien un simple cura? ¿Qué me
importa a mí todo eso? No debo ser nada más que todo eso, según los designios
de Dios."
---Cabe destacar que en sus palabras ya expresaba ser un gran hombre de
Fe obediente a la voluntad de Dios---
Ordenación
Sacerdotal
El 10 de agosto de 1904 fue ordenado
sacerdote en la basílica de Santa María de Monte Santo, en la Piazza del Popolo.2
En 1905, fue nombrado secretario del obispo de Bérgamo, Giacomo Radini
Tedeschi. Durante la Primera Guerra Mundial, ejerció primero como sargento
médico y más tarde como capellán militar. En 1921, fue llamado desde Roma por
el papa Benedicto XV para ocupar el cargo de presidente para Italia del
Consejo Central de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe.
---Aquí quiero detenerme, pues no me parece casualidad que este gran
hombre de Fe fuera convocado para
presidir el Consejo Central de la Obra Pontifica de la Propagación de la Fe
(Renombrada por Juan Pablo II como: "Congregación para la Evangelización
de los Pueblos"). Pues sin lugar a duda podemos decir que el Espíritu
Santo iluminó en ese momento al Papa Benedicto XV al elegir a Angelo Roncali
para llevar adelante esta tarea.---
Consagración Episcopal y Delegado Apostólico
El 19 de marzo de 1925 Angelo Giuseppe
Roncalli fue consagrado arzobispo titular de Areopoli; eligió como su lema
episcopal "Obedientia et Pax" (Obediencia y Paz). En Bulgaria, realizó su labor apostólica
visitando las comunidades católicas y estableciendo relaciones de respeto y
estima con otras comunidades cristianas, en especial de la Iglesia Ortodoxa. En
una ocasión en Bulgaria fue a visitar a unos heridos internados en un hospital
católico que trataba gratuitamente a todas las personas, independientemente de
su religión. Estos heridos fueron víctimas de un atentado contra el rey Boris
III en una catedral ortodoxa de Sofía, siendo ortodoxos que frecuentaban su
lugar de culto.
El rey búlgaro quedó tan impresionado
que lo recibió en audiencia privada, siendo un acto inédito porque los
visitadores apostólicos no gozaban de ningún estatuto diplomático y las
relaciones entre la minoría católica y la mayoría ortodoxa eran muy tensas.
Hechos como este constituyeron las bases de la futura delegación apostólica. En
efecto, su labor fue tan fructífera que se lo designó delegado apostólico para
Bulgaria el 16 de octubre de 1931. El 12 de enero de 1935 fue nombrado
delegado apostólico para Turquía. El mismo día se lo designó Delegado
Apostólico para Grecia, atendiendo desde Estambul los asuntos relativos a ambos
países. Durante la segunda guerra mundial intervino para socorrer a miles de
judíos durante las persecuciones de los nazi. El 23 de diciembre de 1944, el
papa Pío XII lo nombró nuncio apostólico de Francia. Contribuyó a
normalizar la organización eclesiástica en Francia, desestabilizada por los
numerosos obispos que habían colaborado con los alemanes. Gracias a su
cortesía, su sencillez, su buen humor y su amabilidad pudo resolver los
problemas y conquistar el corazón de los franceses y de todo el Cuerpo
Diplomático.
---En este párrafo anterior podemos ver que no solo era un gran hombre
de Fe sino también un hombre de mente y corazón abierto para todos, se hacía
cercano de los que sufrían y también de aquellos con los que había diferencias
religiosas---
Pontificado
El 28 de octubre de 1958, contando con
casi 77 años, Roncalli fue elegido Papa. Enseguida empezó una nueva forma de
ejercer el papado. Visitaba personalmente las parroquias de su diócesis. Al
cabo de dos meses de haber sido elegido, dio ejemplo de obras de misericordia: En
Navidad visitó los niños enfermos de los hospitales Espíritu Santo y Niño
Jesús; al día siguiente fue a visitar los prisioneros de la cárcel Regina
Coeli. En su primera medida de gobierno
vaticano, que le enfrentó con el resto de la curia, redujo los altos
estipendios (y la vida de lujo que, en ocasiones, llevaban los obispos y
cardenales). Asimismo, dignificó las condiciones laborales de los trabajadores
del Vaticano.
Tres meses después de su elección, el
25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros y ante la sorpresa
de todo el mundo anunció el XXI Concilio Ecuménico -que posteriormente fue
llamado Concilio Ecuménico Vaticano II-, el I Sínodo de la
Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico.
El 11 de octubre de 1962 el papa
Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro. Este
Concilio cambiaría el rostro del catolicismo: una nueva forma de celebrar la
liturgia (más cercana a los fieles), un nuevo acercamiento al mundo y un nuevo
ecumenismo. Respecto de esto último, Juan XXIII había creado en 1960 el
Secretariado para la promoción de la unidad de los cristianos, una comisión
preparatoria al Concilio que más tarde permanecería bajo el nombre de Consejo
Pontificio para la Unidad de los Cristianos. Era la primera vez que la Santa
Sede creaba una estructura consagrada únicamente a temas ecuménicos. Desde la apertura del Concilio, el papa
Juan XXIII enfatizó la naturaleza pastoral de sus objetivos: no se trataba de
definir nuevas verdades ni condenar errores, sino que era necesario
renovar la Iglesia para hacerla capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos
tiempos (un aggiornamento), buscar los caminos de unidad de
las Iglesias cristianas, buscar lo bueno de los nuevos tiempos y establecer
diálogo con el mundo moderno centrándose primero "en lo que nos une y no
en lo que nos separa".
---Como venimos leyendo en todo su caminar Angelo Roncalli demostró ser
un hombre de Fe, fue elegido como Sumo Pontífice y como Papa no solo demostró ser un hombre de
Fe sino que mostró ser un hombre firme en sus convicciones y decisiones, de
hecho por esa misma fe que tenia y al ver que en la Iglesia se necesitaba
realizar algunos cambios tomó estas tres decisiones muy importantes: Concilio
Ecuménico Vaticano II, Sínodo de los Obispos de Roma y la revisión del Código
de Derecho Canónico y también cabe destacar que como Papa de la
Iglesia mostró nuevamente su acercamiento e intención de dialogo y unidad con
todos los cristianos.---
Muerte y Canonización
El 23 de mayo de 1963 se anunció
públicamente la enfermedad del papa: cáncer de estómago que, según su
secretario Loris F. Capovilla, le fue diagnosticado en septiembre de 1962. El
papa no quiso dejarse operar temiendo que el rumbo del Concilio se desviara de
lo estipulado. Al fin, después de sufrir esa grave enfermedad, el papa Juan
XXIII murió en Roma el 3 de junio de 1963, a las 14:50Hs. Finalizó sus días sin
ver concluida su obra mayor, a la que él mismo consideró "la puesta al día
de la Iglesia". Fue sucedido por Pablo VI, quien en
1965 iniciaría el proceso de beatificación del propio Juan XXIII después de la
clausura del Concilio Vaticano II. Juan XXIII fue beatificado por Juan Pablo II
el 3 de septiembre de 2000, junto con el papa Pío IX. Su fiesta litúrgica quedó
fijada el 11 de octubre, día de la apertura del Concilio Vaticano II.
Cuando su cuerpo fue exhumado en el año
2000, corrió el rumor de que se hallaba incorrupto, pero fuentes del Vaticano
lo negaron, recordando que había sido embalsamado. Sus restos actualmente
descansan en la Basílica de San Pedro, en Roma.
Fue canonizado en una misma celebración
junto con San Juan Pablo II, el 27 de abril de 2014.
En la memoria de muchos, el papa Juan
XXIII ha quedado como "el papa bueno" o como "el
papa más amado de la historia". La Iglesia de Inglaterra lo
considera santo y tanto los anglicanos como los protestantes conmemoran a Juan
XXIII como "renovador de la iglesia".
---Para mi será recordado cariñosamente como "El
Revolucionario de la Fe". Recordemos el significado de Revolución: (del
latín revolutio, "una vuelta") es un cambio social fundamental en la
estructuras de poder. Sus orígenes pueden tener motivos de diversa índole,
un cambio tecnológico, un cambio social o un nuevo paradigma basta para que una
sociedad cambie radicalmente su estructura y gobierno. Yo no soy un especialista en Historia o Sociología y menos aun en
Historia de las Revoluciones pero tomando este concepto de revolución pues me
animo a decir que el pontificado de Juan XXIII ha sido una revolución,
obviamente pacifica, se produjo una "vuelta" en la Iglesia, un cambio
en una estructura de poder a nivel internacional, un cambio que tocó muy de
cerca a todo el mundo pero lo más importante para nosotros una revolución
que cambio la forma de transmitir la Fe y que abrió las puertas de la
Iglesia Católica al mundo.---
Por todo
esto, respetuosamente decido recordar a este gran hombre de Fe, Juan XXIII
como: "El Revolucionario de la
Fe"
-La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad, con una sensibilidad, una intuición y unas capacidades peculiares que suelen ser más propias de las mujeres que de los varones. Por ejemplo, la especial atención femenina hacia los otros, que se expresa de un modo particular, aunque no exclusivo, en la maternidad. Reconozco con gusto cómo muchas mujeres comparten responsabilidades pastorales junto con los sacerdotes, contribuyen al acompañamiento de personas, de familias o de grupos y brindan nuevos aportes a la reflexión teológica. Pero todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Porque «el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral» y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales.- (103 - "Evangelii Gaudium" - Año 2013)
-Las reivindicaciones de los legítimos derechos de las mujeres, a partir de la firme convicción de que varón y mujer tienen la misma dignidad, plantean a la Iglesia profundas preguntas que la desafían y que no se pueden eludir superficialmente. El sacerdocio reservado a los varones, como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en discusión, pero puede volverse particularmente conflictiva si se identifica demasiado la potestad sacramental con el poder. No hay que olvidar que cuando hablamos de la potestad sacerdotal «nos encontramos en el ámbito de la función, no de la dignidad ni de la santidad». El sacerdocio ministerial es uno de los medios que Jesús utiliza al servicio de su pueblo, pero la gran dignidad viene del Bautismo, que es accesible a todos. La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza —es decir, como fuente capital de la gracia— no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto. En la Iglesia las funciones «no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros». De hecho, una mujer, María, es más importante que los obispos. Aun cuando la función del sacerdocio ministerial se considere «jerárquica», hay que tener bien presente que «está ordenada totalmente a la santidad de los miembros del Cuerpo místico de Cristo». Su clave y su eje no son el poder entendido como dominio, sino la potestad de administrar el sacramento de la Eucaristía; de aquí deriva su autoridad, que es siempre un servicio al pueblo. Aquí hay un gran desafío para los pastores y para los teólogos, que podrían ayudar a reconocer mejor lo que esto implica con respecto al posible lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia.-(104 - "Evangelii Gaudium" - Año 2013)
-En esta breve mirada a la realidad, deseo resaltar que, aunque hubo notables mejoras en el reconocimiento de los derechos de la mujer y en su participación en el espacio público, todavía hay mucho que avanzar en algunos países. No se terminan de erradicar costumbres inaceptables. Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación.
La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones.
La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o «la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática».
Hay quienes consideran que muchos problemas actuales han ocurrido a partir de la emancipación de la mujer. Pero este argumento no es válido, «es una falsedad, no es verdad. Es una forma de machismo».La idéntica dignidad entre el varón y la mujer nos mueve a alegrarnos de que se superen viejas formas de discriminación, y de que en el seno de las familias se desarrolle un ejercicio de reciprocidad. Si surgen formas de feminismo que no podamos considerar adecuadas, igualmente admiramos una obra del Espíritu en el reconocimiento más claro de la dignidad de la mujer y de sus derechos.- (54 - "Amoris Laetitia" - Año 2016)
-En diversas partes del planeta las mujeres se enfrentan a diferentes problemas y desafíos. En el mundo occidental todavía sufren, a veces, la discriminación en el campo laboral; a menudo se ven obligadas a elegir entre trabajo y familia; su vida de novias, esposas, madres, hermanas, abuelas, no pocas veces conoce, por desgracia, la violencia. En los países en vías de desarrollo y en los más pobres son las mujeres las que llevan sobre sus hombros el mayor peso; ellas son las que recorren kilómetros al día en busca de agua; las que muy a menudo mueren al dar a luz a un hijo; las que son secuestradas para fines de explotación sexual u obligadas a casarse en edad demasiado joven o en contra de su voluntad; a veces incluso se les niega el derecho a la vida sólo por ser mujeres. Todas estas problemáticas se reflejan en las propuestas de los «Objetivos para el desarrollo sostenible» que actualmente se están discutiendo en las Naciones Unidas.
A vosotros que estáis comprometidos con la defensa de la dignidad de las mujeres y la promoción de sus derechos, os pido que os dejéis guiar por el espíritu de humanidad y compasión en el servicio al prójimo. Que la competencia profesional sea la primera cualidad esencial, pero sin individualismo, sin mero activismo, sino con compromiso generoso. Así haréis que emerjan los dones inconmensurables con los que Dios ha enriquecido a la mujer, haciéndola capaz de comprensión y diálogo para conciliar los conflictos grandes y pequeños, de sensibilidad para sanar las heridas y cuidar de cada vida, incluso a nivel social, y de misericordia y ternura para mantener unidas a las personas. Estos aspectos, junto con otros, son parte del «genio femenino» que es necesario que se pueda manifestar plenamente en beneficio de toda la sociedad.-
(MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO CON OCASIÓN DE LA CONFERENCIA INTERNACIONAL "MUJERES HACIA LA AGENDA DE DESARROLLO POST-2015: LOS DESAFÍOS DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE" [ROMA, 22-24 DE MAYO DE 2015]) Leer mensaje
Hoy
celebramos la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, a continuación les comparto el
Evangelio del día y algunos párrafos del Catecismo de la Iglesia Católica sobre
el ministerio petrino.
Evangelio según San Mateo 16,13-19.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas". "Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?". Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".
552 En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3, 16; 9, 2; Lc 24, 34; 1 Co 15, 5). Jesús le confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre , Pedro había confesado: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Entonces Nuestro Señor le declaró: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mt 16, 18).
Cristo, "Piedra viva" (1 P 2, 4), asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a causa de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22, 32).
553 Jesús ha confiado a Pedro una autoridad específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús, "el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su
resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de "atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves del Reino.
880 Cristo, al instituir a los Doce, "formó una especie de Colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él" (LG 19). "Así como, por disposición del Señor, San Pedro y los demás Apóstoles forman un único Colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los Apóstoles "(LG 22; cf. CIC, can
330).
881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16, 18-19); lo instituyó pastor de todo el rebaño (cf. Jn 21, 15-17). "Está claro que también el Colegio de los Apóstoles, unido a su Cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22). Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los obispos bajo el primado del Papa.
882 El Papa, obispo de Roma y sucesor de San Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles "(LG 23). "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad" (LG 22; cf. CD 2. 9).
936 El Señor hizo de San Pedro el fundamento visible de su Iglesia. Le dio las llaves de ella. El obispo de la Iglesia de Roma, sucesor de San Pedro, es la "cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra" (CIC, can. 331).
De nada nos serviría afirmar que nuestro Señor, el Hijo de la Virgen María, es hombre verdadero y perfecto si no creyésemos además que es hombre perteneciente a aquel linaje mencionado en el Evangelio.
Mateo, en efecto, dice: Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham; y sigue el orden de su generación humana hasta llegar a José, con quien estaba desposada la Madre del Señor.
Lucas, en cambio, siguiendo un orden inverso, se remonta al origen del género humano, para mostrar que el primer Adán y el nuevo Adán tienen una misma naturaleza.
El Hijo de Dios, en su omnipotencia, hubiera podido manifestarse, para instruir y justificar a los hombres, como se había manifestado a los patriarcas y profetas, es decir, bajo diversas apariencias humanas, como, por ejemplo, cuando entabló una lucha o mantuvo una conversación, o cuando no rechazó la hospitalidad que le ofrecían y tomó el alimento que le presentaban. Todas estas figuras eran como profecía y anuncio misterioso de aquel hombre que debía asumir, de la descendencia de esos mismos patriarcas, una verdadera naturaleza humana.
Pero todas estas figuras no podían realizar aquel misterio de nuestra reconciliación prefijado antes de los tiempos, porque el Espíritu Santo no había descendido aún sobre la Virgen ni el poder del Altísimo la había aún cubierto con su sombra; solamente cuando la Sabiduría eterna, edificándose una casa en el seno purísimo de la Virgen, se hizo hombre pudo tener cumplimiento este admirable designio; y, uniéndose la naturaleza humana y la divina en una sola persona, el Creador del tiempo nació en el tiempo, y aquel por quien fueron hechas todas las cosas empezó a contarse entre las creaturas.
Pues si el nuevo hombre, sometido a una existencia semejante a la de la carne de pecado, no hubiera llevado sobre sí nuestros pecados, si el que es consustancial al Padre no se hubiera dignado ser consustancial a una madre y si -libre de todo pecado- no hubiera unido a sí nuestra naturaleza, la cautividad humana continuaría sujeta al yugo del demonio; y tampoco podríamos gloriarnos de la victoria del Vencedor si ésta hubiera sido obtenida en una naturaleza distinta a la nuestra.
El sacramento de la regeneración nos ha hecho partícipes de estos admirables misterios, por cuanto el mismo Espíritu, por cuya virtud fue Cristo engendrado, ha hecho que también nosotros volvamos a nacer con un nuevo nacimiento espiritual.
Por eso el evangelista dice, refiriéndose a los creyentes: Ellos traen su origen no de la sangre ni del deseo carnal ni de la voluntad del hombre, sino del mismo Dios.
De las Cartas de san León Magno, papa
(Carta 31, 2-3: PL 54, 791-793)
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El próximo 29 de Junio se celebra la solemnidad de San Pedro y San Pablo y también el día del Papa.
A continuación les comparto unos párrafos del Youcat que describen la misión del Santo Padre:
¿Para qué llamó Jesús a los apóstoles?
Jesús tenía un gran circulo de discípulos a su alrededor, eran hombres y
mujeres. De ese círculo elige a doce hombres, a los que llamó APÓSTOLES
(Lc 6, 12-16). Los apóstoles recibieron de él una formación especial y diferentes tareas: «y los envió a proclamar el reino de Dios y a curar» (Lc 9,2). Jesús llevó consigo sólo a estos doce apóstoles a la última cena, donde les encargó:
«Haced esto en memoria mía» (Lc 22,19b).
Los apóstoles se convirtieron en testigos de la Resurrección y garantes de su verdad.
Después de la muerte de Jesús continuaron su misión. Eligieron a sucesores para su
ministerio: los OBISPOS. Los sucesores de los apóstoles ejercen en nuestros días los
poderes otorgados por Jesús: gobiernan, enseñan y celebran los misterios divinos.
La unión de los apóstoles se convirtió en el fundamento de la unidad de la Iglesia (SUCESIÓN APOSTÓLICA). Entre los Doce destaca una vez más Pedro, a quien Jesús le otorgó una autoridad especial:
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia» (Mt 16,18).
En esta posición especial de Pedro entre los apóstoles tiene su origen el ministerio del Papa.
¿Por qué la Iglesia no es una organización democrática?
El principio de la democracia es: todo poder emana del pueblo. Pero en la Iglesia todo poder emana de Cristo. por eso la Iglesia tiene una constitución jerárquica. Al mismo tiempo Cristo le otorgó, sin embargo, una estructura colegial.
El elemento jerárquico en la Iglesia consiste en que es el mismo Cristo quien actúa en ella cuando los ministros sagrados por gracia de Dios hacen y dan lo que no podrían hacer ni dar por sí mismos, es decir, cuando dispensan, en lugar de Cristo, los SACRAMENTOS y enseñan con su autoridad.
El elemento colegial en la Iglesia consiste en que Cristo ha confiado la totalidad de la fe a una comunidad de doce APÓSTOLES, cuyos sucesores, bajo el primado de Pedro, dirigen la Iglesia. Partiendo de este enfoque colegial los concilios son un elemento irrenunciable de la Iglesia.
Pero también en otros órganos colegiados de la Iglesia, en sínodos y consejos, pueden fructificar la multitud de los dones del Espíritu y la universalidad de la Iglesia de todo el mundo.
¿Cuál es la misión del Papa?
Como sucesor de san Pedro y cabeza del colegio episcopal, el PAPA es el garante de la unidad de la Iglesia. Tiene la potestad pastoral suprema y es la autoridad máxima en las decisiones doctrinales y disciplinares.
Jesús otorgó a Pedro una primacía única entre los APÓSTOLES. Esto le convirtió en la autoridad suprema de la Iglesia primitiva. ROMA, la Iglesia local al frente de la cual estaba Pedro, y el lugar de su martirio, se convirtió después de su muerte en la orientación interior de la Iglesia naciente. Toda comunidad debía estar de acuerdo con Roma; ésta era la regla de la fe recta, plena y apostólica. Hasta nuestros días, todo OBISPO de Roma, como Pedro, es el supremo Pastor de la Iglesia, cuya verdadera Cabeza es Cristo. Sólo en esta función es el PAPA el «Vicario de Cristo en la tierra». Como autoridad suprema pastoral y doctrinal, vela por la transmisión auténtica de la fe. Si es necesario debe retirar el permiso de enseñanza o suspender a ministros ordenados en casos de faltas graves en su ministerio en cuestiones de fe y moral.
La unidad en cuestiones de fe y moral, que está garantizada por el MAGISTERIO, al frente del cual está el Papa, constituye una parte de la capacidad de resistencia y del atractivo de la Iglesia católica.
Queridos amigos hoy quiero compartir con ustedes la vida de Albino Luciani mas conocido como Juan Pablo I, y se preguntaran cual es su relación con el Año de la Fe. Sin lugar a duda mas allá de que fue sucesor de Pedro por tan solo 33 días no podemos dejar de recordarlo. Fue el Papa que eligió como lema "Humilitas" (Humildad), pues claro no solo lo eligió como lema sino que decidió hacerlo vida y también pretendía una Iglesia Humilde y cercana a los mas humildes, esto se vió reflejado en las palabras de su primer Ángelus. También cabe destacar que una de sus audiencias la dedico a la virtud teologal de la Fe (mas abajo encontrarán el link para leerla) y como Argentino quiero destacar que escribió un mensaje a las Conferencias Episcopales de Argentina y Chile en el año 1978 (Al final de esta publicación les comparto el link para que lo lean).
Ahora si vamos a leer sobre Juan Pablo I. Espero que les guste!!!
Albino Luciani nació en la pequeña localidad italiana de Forno di Canale, Belluno (llamada Canale d'Agordo a partir de 1964) el 17 de octubre de 1912.
Fue bautizado por la matrona que ayudó en el parto, ya que se temía que muriera. Su bautismo fue formalizado dos días después por el párroco del pueblo, Achille Ronzon.
La familia de Luciani, de origen humilde, pasó penurias durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando tenía 6 años, recibió el sacramento de la confirmación de manos del obispo Giosuè Cattarossi.
A los diez años, su madre murió y su padre contrajo nuevas nupcias con una mujer de gran devoción; fue entonces cuando nació su vocación sacerdotal, según él declaró, gracias a la predicación de un fraile capuchino.
Casa natal de Albino Luciani
Sacerdote
En 1923, ingresó en el
seminario menor de la localidad de Feltre. En 1928, marchó al Seminario
Gregoriano de Belluno, donde fue ordenado subdiácono en 1934, diácono en
febrero de 1935, y finalmente presbítero el 7 de julio del mismo año, en la
iglesia de San Pedro en Belluno. Dos días después fue nombrado cura párroco de
su ciudad natal; meses más tarde fue transferido, como profesor de religión del
Instituto Técnico de Mineros de Agordo. En 1937 fue nombrado vicerrector del
Seminario Gregoriano de Belluno, cargo que ocupó hasta 1947. Entre otras
materias, dio clases de teología dogmática y moral, Derecho canónico y arte
religioso.
En 1941, Luciani comenzó a estudiar para obtener un doctorado en Teología negativa por la Pontificia Universidad Gregoriana, que requería un año de estancia en Roma. Sin embargo, sus superiores en el seminario querían que continuase dando clases durante sus estudios, lo que consiguió mediante una dispensa concedida por Pío XII el 27 de marzo de 1941.
En 1947 fue nombrado vicario general de la diócesis de Belluno por el obispo Girolamo Bortignon. Dos años más tarde, en 1949, fue nombrado director de la oficina de catequesis de la diócesis.
Obispo
El 15 de diciembre de
1958, fue nombrado obispo de la diócesis de Vittorio Veneto por Juan XXIII y
consagrado como tal en la Basílica de San Pedro, por el mismo papa, el 27 de
diciembre de ese año.
Tomó posesión de la
diócesis de Vittorio Veneto el 11 de enero de 1959. Durante 11 años ejerció su
ministerio en esta diócesis, realizando su primera visita pastoral el 17 de
junio de 1959.
“Estoy
pensando en estos días que conmigo el Señor actúa un viejo sistema suyo: toma a
los pequeños del fango de la calle y los pone en alto; toma a la gente de los
campos, de las redes del mar, del lago, y hace de ellos apóstoles. Es su viejo
sistema. Ciertas cosas el Señor no quiere escribirlas ni en el bronce, ni en el
mármol, sino hasta en el polvo, de modo que, si queda la escritura sin descompaginarse,
sin dispersarse por el viento, esté bien claro que todo es obra y todo es
mérito solamente del Señor (...). En este polvo, el Señor ha escrito la
dignidad episcopal de la ilustre diócesis de Vittorio Veneto." (Homilía pronunciada el 4 de enero de
1959)
En 1962 asistió a la apertura del Concilio
Vaticano II en Roma; estuvo presente en las cuatro sesiones de dicho
Concilio.
Patriarca y Cardenal
El 15 de diciembre de 1969, Pablo VI lo
nombró patriarca de Venecia, sucediendo a Giovanni Urbani y a Angelo Giuseppe
Roncalli. Tomó posesión del cargo el 3 de febrero de 1970. El mismo Pablo VI lo
elevó a la dignidad cardenalicia el 5 de marzo de 1973. Durante 3 años (1973-1976) fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Participó en los Sínodos de los Obispos de 1971,1974 y 1977.
Cardenal Luciani
Patriarca de Venecia
Elección como Sumo Pontífice
El 26 de agosto de 1978, en un cónclave que duró un día, fue elegido como 263º sucesor de San Pedro tomando un nombre doble por primera vez en la historia de los Papas. Su ministerio oficial comenzó el 3 de septiembre sucesivo, con una Misa celebrada en la Plaza de San Pedro.
Tras su elección, Juan Pablo I tomó una serie de decisiones que hicieran "más humano" al papa, admitiendo públicamente que se ruborizó cuando Pablo VI le nombró Patriarca de Venecia:
“Pero el papa Pablo, no sólo me ha hecho cardenal, sino que algunos
meses antes, sobre el estrado de la Plaza de San Marcos, me hizo poner
completamente colorado ante veinte mil personas, porque se quitó la estola y me
la puso sobre los hombros. Jamás me he puesto tan rojo.”
Fue el primero en rechazar la silla gestatoria, hasta que le convencieron de que era necesaria para que los fieles pudieran verle.
Juan Pablo I eligió como lema de su papado la expresión latina Humilitas ("Humildad"), lo que se reflejó en su polémico rechazo de la coronación y de la tiara papal en la ceremonia de entronización, sustituyéndola por una simple investidura
Juan Pablo I tenía planeado promulgar una encíclica para consolidar las reformas del Concilio Vaticano II, que calificó como "un extraordinario acontecimiento de gran alcance histórico y de crecimiento para la Iglesia", y para reforzar la disciplina de la Iglesia en la vida de los cargos eclesiásticos y de los fieles.
Como reformista, también lanzó algunas iniciativas como la devolución del 1% de los ingresos de cada iglesia para destinarlo a las iglesias del Tercer mundo.
Juan Pablo I enseguida sorprendió con su simpatía y calidez personal.
Su imagen de hombre amable, cercano y bondadoso enseguida cautivó al mundo entero.
Esta imagen fue formada inmediatamente después de aparecer en el balcón de la Plaza de San Pedro después de su elección. Su presencia cordial le hizo una figura muy querida ya antes de empezar a hablar, en particular entre la prensa.
Juan Pablo I fue el primer papa que admitió que la perspectiva del papado le había intimidado tanto que otros cardenales tuvieron que animarle a aceptar.
Audiencias:
Durante su pontificado los mensajes
emitidos en sus audiencias fueron sobre las tres virtudes teologales y sobre la
humildad, a continuación les comparto con los links de los mismos:
Juan Pablo I con el Cardenal Karol Wojtyła
quien seria su sucesor: Juan Pablo II
Fallecimiento
Fue encontrado muerto en su cama poco antes del amanecer del 29 de septiembre de 1978, 33 días después de su elección. Según las fuentes oficiales, el papa, de 65 años, murió de un infarto.