Mostrando entradas con la etiqueta PAZ. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PAZ. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de junio de 2017

La Paz en la Doctrina Social de la Iglesia



Mañana, 8 de Junio se recuerda el aniversario el encuentro promovido por el Papa Francisco para invocar la paz. Estamos todos invitados a orar por la paz del mundo y la unidad de todos los cristianos.


A continuación les comparto algunos párrafos del compendio de doctrina social de la iglesia en relación a la paz y a la oración universal del santo padre Francisco de este mes de Junio: “Eliminar el comercio de las armas. Oremos Por los responsables de las naciones, para que se comprometan con decisión a poner fin al comercio de las armas, que causa tantas víctimas inocentes.”

95 Con la encíclica « Pacem in terris », Juan XXIII pone de relieve el tema de la paz, en una época marcada por la proliferación nuclear. La « Pacem in terris » contiene, además, la primera reflexión a fondo de la Iglesia sobre los derechos humanos; es la encíclica de la paz y de la dignidad de las personas. Continúa y completa el discurso de la «Mater et magistra» y, en la dirección indicada por León XIII, subraya la importancia de la colaboración entre todos: es la primera vez que un documento de la Iglesia se dirige también «a todos los hombres de buena voluntad», llamados a una tarea inmensa: « la de establecer un nuevo sistema de relaciones en la sociedad humana, bajo el magisterio y la égida de la verdad, la justicia, la caridad y la libertad ». La «Pacem in terris» se detiene sobre los poderes públicos de la comunidad mundial, llamados a «examinar y resolver los problemas relacionados con el bien común universal en el orden económico, social, político o cultural». En el décimo aniversario de la « Pacem in terris », el Cardenal Maurice Roy, Presidente de la Pontificia Comisión « Iustitia et Pax », envió a Pablo VI una carta, acompañada de un documento con un serie de reflexiones sobre el valor de la enseñanza de la encíclica del Papa Juan para iluminar los nuevos problemas vinculados con la promoción de la paz.


508 La doctrina social propone la meta de un « desarme general, equilibrado y controlado. El enorme aumento de las armas representa una amenaza grave para la estabilidad y la paz. El principio de suficiencia, en virtud del cual un Estado puede poseer únicamente los medios necesarios para su legítima defensa, debe ser aplicado tanto por los Estados que compran armas, como por aquellos que las producen y venden. Cualquier acumulación excesiva de armas, o su comercio generalizado, no pueden ser justificados moralmente; estos fenómenos deben también juzgarse a la luz de la normativa internacional en materia de no proliferación, producción, comercio y uso de los diferentes tipos de armamento. Las armas nunca deben ser consideradas según los mismos criterios de otros bienes económicos a nivel mundial o en los mercados internos.

El Magisterio, también ha formulado una valoración moral del fenómeno de la disuasión: «La acumulación de armas es para muchos como una manera paradójica de apartar de la guerra a posibles adversarios. Ven en ella el más eficaz de los medios, para asegurar la paz entre las Naciones. Este procedimiento de disuasión merece severas reservas morales. La carrera de armamentos no asegura la paz. En lugar de eliminar las causas de guerra, corre el riesgo de agravarlas ». Las políticas de disuasión nuclear, típicas del período de la llamada Guerra Fría, deben ser sustituidas por medidas concretas de desarme, basadas en el diálogo y la negociación multilateral.

511 Es necesario que se adopten las medidas apropiadas para el control de la producción, la venta, la importación y la exportación de armas ligeras e individuales, que favorecen muchas manifestaciones de violencia. La venta y el tráfico de estas armas constituyen una seria amenaza para la paz: son las que matan un mayor número de personas y las más usadas en los conflictos no internacionales; su disponibilidad aumenta el riesgo de nuevos conflictos y la intensidad de aquellos en curso. La actitud de los Estados que aplican rígidos controles al tráfico internacional de armas pesadas, mientras que no prevén nunca, o sólo en raras ocasiones, restricciones al comercio de armas ligeras e individuales, es una contradicción inaceptable. Es indispensable y urgente que los Gobiernos adopten medidas apropiadas para controlar la producción, acumulación, venta y tráfico de estas armas, con el fin de contrarrestar su creciente difusión, en gran parte entre grupos de combatientes que no pertenecen a las fuerzas armadas de un Estado.

516 La promoción de la paz en el mundo es parte integrante de la misión con la que la Iglesia prosigue la obra redentora de Cristo sobre la tierra. La Iglesia, en efecto, es, en Cristo «“sacramento”, es decir signo e instrumento de paz en el mundo y para el mundo». La promoción de la verdadera paz es una expresión de la fe cristiana en el amor que Dios nutre por cada ser humano. De la fe liberadora en el amor de Dios se desprenden una nueva visión del mundo y un nuevo modo de acercarse a los demás, tanto a una sola persona como a un pueblo entero: es una fe que cambia y renueva la vida, inspirada por la paz que Cristo ha dejado a sus discípulos (cf. Jn 14,27). Movida únicamente por esta fe, la Iglesia promueve la unidad de los cristianos y una fecunda colaboración con los creyentes de otras religiones. Las diferencias religiosas no pueden y no deben constituir causa de conflicto: la búsqueda común de la paz por parte de todos los creyentes es un decisivo factor de unidad entre los pueblos. La Iglesia exhorta a personas, pueblos, Estados y Naciones a hacerse partícipes de su preocupación por el restablecimiento y la consolidación de la paz destacando, en particular, la importante función del derecho internacional.

519 La Iglesia lucha por la paz con la oración. La oración abre el corazón, no sólo a una profunda relación con Dios, sino también al encuentro con el prójimo inspirado por sentimientos de respeto, confianza, comprensión, estima y amor. La oración infunde valor y sostiene a «los verdaderos amigos de la paz», a los que tratan de promoverla en las diversas circunstancias en que viven. La oración litúrgica es « la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza »;  en particular la celebración eucarística, «fuente y cumbre de toda la vida cristiana», es el manantial inagotable de todo auténtico compromiso cristiano por la paz.

520 Las Jornadas Mundiales de la Paz son celebraciones de especial intensidad para orar invocando la paz y para comprometerse a construir un mundo de paz. El Papa Pablo VI las instituyó con el fin de «dedicar a los pensamientos y a los propósitos de la Paz, una celebración particular en el día primero del año civil». Los Mensajes Pontificios para esta ocasión anual constituyen una rica fuente de actualización y desarrollo de la doctrina social, e indican la constante acción pastoral de la Iglesia en favor de la paz: «La Paz se afianza solamente con la paz; la paz no separada de los deberes de justicia, sino alimentada por el propio sacrificio, por la clemencia, por la misericordia, por la caridad».

Extraido del "Compendio de Doctrina Social de la Iglesia" - Pontificio Consejo de Justicia y Paz




Leer "Pacem in Terris" (JUAN XXIII)- Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse
en la verdad, la justicia, el amor y la libertad-


Podes seguir este blog a través de facebook: AÑO DE LA FE. (Grupo) Vivamos juntos la Fe (FanPage) y en Twitter: @VivamoslaFe

martes, 14 de marzo de 2017

-¿Por qué escrachar? Jesús nunca señaló a los pecadores, si al pecado.



“Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él” Jn 3, 17


En la mañana del día viernes 10 de Marzo con un amigo comenzamos a dialogar sobre los hechos sucedidos en la Marcha que se realizó  el día 8 de Marzo en la provincia de Tucumán, en particular él me hizo referencia a la actitud de los católicos ante la imagen que se difundió de una mujer vestida de la Virgen María simulando un aborto. Sin lugar a duda esto nos entristece y nos lamentamos mucho por lo sucedido, pero nos preocupa el accionar de un grupo de católicos que escracharon a quien fuera la autora de esta escenificación. Escrachos que lamentablemente incluyen insultos y la publicación de datos personales de dicha mujer. (Cabe aclarar que continuamos la charla durante la cena)

Me decía mi amigo: Nuestra actitud debe ser el perdón, (“Entonces se adelantó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?». Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.” Mt 18,22-23), ¿Por qué escrachar y señalar? Jesús nunca señaló a los pecadores, si al pecado; Todo lo contrario, recibió a los pecadores, se involucro en sus vidas, lleno de esperanzas sus corazones, él se encuentra con nosotros (¿acaso no somos todos pecadores?) “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra” Juan 8,7.

También tengamos en cuenta que quienes somos cristianos estamos llamados a identificarnos con Cristo y su misión lo cual muchas veces trae como consecuencias, la calumnia, la persecución e incluso la muerte, ¿Por qué como católicos no somos capaces de soportar sufrir en el nombre de Dios? (“Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.” Mt 5, 10-11)

miércoles, 25 de mayo de 2016

La Solidaridad



En el día de hoy les propongo reflexionar sobre la solidaridad con estas preguntas-respuestas del YouCat:


61. ¿ En qué consiste la igualdad de todos los hombres?

Todos los hombres son iguales porque tienen el mismo origen en el único amor creador de Dios. Todos los hombres tienen en Jesús su salvador. Todos los hombres están destinados a encontrar su felicidad y su bienaventuranza eterna en Dios. Por ello todos los hombres son hermanos y hermanas. Los cristianos no sólo deben ser solidarios con otros cristianos, sino con todos los hombres y oponerse enérgicamente a divisiones racistas, sexistas y económicas de la única familia humana.

332. ¿Dónde se muestra la solidaridad de los cristianos con las demás personas?

Los cristianos se comprometen a favor de estructuras sociales justas. A ello pertenece el que todos los
hombres tengan acceso a los bienes materiales y espirituales de esta tierra. Los cristianos también se
preocupan de que se respete la dignidad del trabajo humano, a lo que corresponde un salario justo.
También la transmisión de la fe es un acto de solidaridad con todos los hombres.
La solidaridad es el signo práctico en el que se reconocen los cristianos. Pues ser solidario no es únicamente un mandato de la razón. Jesucristo, nuestro Señor, se ha identificado plenamente con los pobres y los más pequeños (Mt 25,40). Negarles a ellos la solidaridad supondría rechazar a Cristo.

376. ¿Qué obligaciones tienen los ciudadanos con el Estado?

Todo ciudadano tiene la obligación de cooperar lealmente con los organismos estatales y contribuir al BIEN COMÚN en verdad, justicia, libertad y solidaridad. Un cristiano debe también amar a su patria, defenderla de formas diversas en caso de necesidad y ponerse con gusto al servicio de las instituciones estatales. Debe ejercer el derecho activo y pasivo al voto y no sustraerse al pago justo de impuestos. Sin embargo, al ciudadano individual le queda un ámbito libre dentro del Estado, contemplado por los derechos fundamentales elementales: tiene derecho a ejercer una crítica constructiva del Estado y de sus organismos. El Estado existe para los hombres, no el hombre para el Estado.

395. ¿Qué es la paz?

La paz es la consecuencia de la justicia y la señal del amor hecho realidad. Donde hay paz, allí «toda criatura puede alcanzar la tranquilidad en un orden bueno» (santo Tomás de Aquino). La paz terrena es imagen de la paz de Cristo, que ha reconciliado el cielo y la tierra. La paz es más que la ausencia de guerra, más también que un equilibrio de fuerzas cuidadosamente sopesado («el equilibrio del miedo»). En estado de paz los hombres pueden vivir seguros con su propiedad justamente adquirida y cultivar el libre intercambio entre sí. En la paz se respeta la dignidad y el derecho de autodeterminación tanto del individuo como de los pueblos. En la paz la vida en común de los hombres se caracteriza por la solidaridad fraterna.

Entradas relacionadas:

Que es el Youcat?
La Santisima Trinidad en el Youcat


Suscribite y recibí todas las actualizaciones en tu E-mail.
También podes seguir este blog a través de facebook: AÑO DE LA FE. (Grupo) Vivamos juntos la Fe  (fanpage)y en Twitter: @VivamoslaFe