Mostrando entradas con la etiqueta Virgen de Luján. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Virgen de Luján. Mostrar todas las entradas

viernes, 8 de mayo de 2020

"Hoy es el día de la Virgen de Luján" - P. Quique Bianchi


Hoy, 8 de mayo, es el día de la Virgen de Luján, patrona de la Argentina. Hace ya casi 400 años que quiso quedarse entre nosotros. Ella se quedó en la pampa argentina para brillar irradiando vida hacia los cuatro puntos cardinales. El lugar que eligió era muy humilde: el medio del campo, donde todo era peligroso en esos tiempos y apenas vivía un puñado de gente de vida muy sacrificada. Hizo detener junto al río Luján la carreta y se quedó allí para siempre protegiendo a todos los que vengan a cobijarse bajo su manto. Ella puso su ojos en esos humildes hijos suyos, miró con misericordia sus luchas cotidianas para vivir y quiso empezar algo muy grande desde ellos. Ella, con su mano de madre fue formando una patria con los hijos que venían a ponerse bajo su mirada.

Lo primero que hizo fue tomarse para sí el más humilde de sus hijos, un negro esclavo llamado Manuel. Él se dejó tomar el corazón, se enamoró hasta el tuétano de esa Virgencita que cuidaba a aquellos campesinos. La tenía limpia, alumbrada y con flores y atendía a los devotos que visitaban la pobre ermita. Alma, vida y corazón le entregó para cuidarla, y Ella lo cuidaba a él.

En ese entonces, Buenos Aires era apenas un caserío polvoriento. Entre sus habitantes, muy pronto creció la fama de esta sencilla Imagen de la Concepción Inmaculada que estaba en un humilde ranchito en el campo. Era muy milagrosa esta Virgen, se decía. Al poco tiempo ya recibía devotos de muchos lugares. Como un hilo de agua que nace en los cerros y en el valle se transforma en caudaloso torrente, con los años se fue engrosando el número de peregrinos y se convirtió en este río vital por el que han pasado tantas generaciones de argentinos. 

En los orígenes más remotos de nuestra patria, Ella ya estaba ahí, brillando e irradiando vida. Fue atrayendo a sus hijos y moviendo sus corazones para hacerlos más hermanos. Ella fue lentamente formando un pueblo. En los momentos más difíciles de nuestra historia estuvo presente. Ya tenía dos siglos en estas tierras cuando ocurrieron las invasiones inglesas. Fue bajo su manto donde se refugiaron algunos patriotas junto a Pueyrredón para organizar la reconquista. A falta de uniforme llevaron para identificarse lo que se llamaban “medidas de la Virgen”. Éstas eran unas cintas celestes y blancas -el color del manto de la Virgen- que medían lo mismo que la altura de la milagrosa Imagen. Era algo que acostumbraban a usar los devotos para sentirse protegidos por Ella.

En 1810, a pocos días de la Revolución de Mayo, cuando Belgrano tuvo que ir al norte como improvisado general, pasó por Luján con su ejército a poner bajo los pies de la Madre la patria que nacía. Seguramente tuvo muy presente su figura al elegir los colores de nuestra bandera. En las dos batallas más importantes de Belgrano, y decisivas para la Independencia, tuvo su protagonismo la Virgen. La batalla de Tucumán en 1812 fue para el General un triunfo de la Virgen de la Merced y a Ella le entrega su bastón de mando apenas terminada la refriega. A los pocos meses obtiene un triunfo resonante frente a los españoles en Salta. Dos de las banderas tomadas a los enemigos son enviadas al santuario de Luján, para que el pueblo las vea y al mirarlas le agradezca a la Virgen la protección con que Ella animaba este nuevo sueño de libertad.

La historia de la Virgen de Luján está muy compenetrada con nuestra historia. Por eso fue nombrada patrona de la Argentina. Ella comenzó como nuestro patria, humildemente, desde los más pobres. Pero fueron pasando los años y con esa atracción de Madre fue congregando un pueblo que hoy abarca a todo un país y hasta una Patria Grande.

Ella, como buena Madre, nos quiere hermanos. Hoy en su día, pidámosle que nos ayude a vivir eso que enseña el Martín Fierro cuando dice “los hermanos sean unidos”. Que al ponernos como hijos ante la ternura de su mirada nos mueva el corazón y nos muestre los caminos para construir una patria donde entren todos. 

P. Quique Bianchi, diócesis de San Nicolás de los arroyos - Buenos Aires 





Otras publicaciones del P. Quique Bianchi en este blog:


"Los pobres nos salvan"

Angelelli: ¿qué significa martirio “en odio de la fe”?

"Fui homeless y me echaste de tus ciudades"

"Una Iglesia de rostro amazónico y el escándalo de la inculturación"



Podes seguir este blog a través de facebook: AÑO DE LA FE. (Grupo) Vivamos juntos la Fe (FanPage), Instagram y en Twitter: @VivamoslaFe

sábado, 30 de septiembre de 2017

Peregrinación a la Virgen de Luján - P. Rafael Tello







Un poco de historia
¿Quién fue el iniciador de esta peregrinación?

La peregrinación juvenil a Luján, una de las mayores manifestaciones religiosas de Argentina y de América Latina, se inició en 1975 y se ha convertido en el emblema de un cambio profundo de la Iglesia argentina, que se esbozó en el Concilio Vaticano II.

El artífice de esta movida fue el padre Rafael Tello, fallecido en el año 2002 (Junto al padre Lucio Gera elaboraron la denominada “Teología del Pueblo”.)

Al promediar la convulsionada década del '70, el P. Tello creía que hacía falta un hecho masivo que movilizara a los jóvenes, que habían perdido entusiasmo en la vivencia de la fe y estaban encerrados en sus parroquias y movimientos. Intuía un gesto de unidad y fervor basado en la religiosidad popular. Poco a poco fue amasando su idea. "¿Qué es lo que le gusta a la gente?", preguntó una vez en el monasterio bonaerense de Los Toldos. "Le gusta cantar y caminar", le respondió el padre Daniel de la Sierra.

El P. Tello comenzó a lanzar su idea en encuentros de movimientos juveniles de la capital y el gran Buenos Aires. "¿A nadie se le ocurrió organizar una peregrinación de jóvenes a Luján?", preguntaba. El laico Marcelo Mitchell —que integraba el grupo juvenil de la iglesia de San Patricio— admite hoy que fue muy poco convencido a una de las primeras reuniones para avanzar en la idea. "Voy a ir a una sola reunión", advirtió entonces. Pero, al escuchar al padre Tello, "mi corazón vibró".

Finalmente —corría 1975—, el proyecto se puso en marcha. Los jóvenes no tenían el hábito de peregrinar. Por eso, era clave la difusión de la marcha. Pero la campaña fue precaria: avisos en iglesias y colegios, rudimentarios afiches y tímidos contactos con los medios. El propio Mitchell visitó a un conocido vecino, el relator José María Muñoz, quien invitó a la caminata durante la transmisión de un superclásico Boca-River.

El 25 de octubre, a las 14, desde San Cayetano de Liniers, arrancó la primera peregrinación bajo el lema "La juventud peregrina a Luján por la Patria".


 El P. Rafael Tello, conocido como "el viejo Tello"



  Palabras de Oscar Mónaco (peregrino de la 1° peregrinación a Luján, año 1975):

“El padre Rafael Tello, tuvo la inspiración, de que una marcha religiosa a la ciudad de la Virgen desataría el afán religioso de miles de chicos. Y no se equivocó.

Decidido a concretar su intuición, Tello convocó a un grupo de catequistas recién salidos de la adolescencia -y con el idealismo aún intacto- para hacer de ellos los promotores de la peregrinación. Debían recorrer iglesias y escuelas, puerta por puerta, hasta extender el anuncio de la marcha por toda la ciudad.”  

Palabras del cardenal Mario Poli (octubre de 2014, 40° Peregrinación):

"Quiero agradecerle a Dios ante todo la moción espiritual que tuvo el Padre Rafael Tello”

Testimonio de una de las organizadoras de la primera peregrinación: https://www.valoresreligiosos.com.ar/Noticias/el-origen-jamas-contado-de-la-manifestacion-de-fe-mas-importante-de-la-argentina-16065


Publicaciones relacionadas:

P. Rafael Tello (Teología del Pueblo) - Biografía

ORIGEN DE LA ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE LUJAN - Fray Pedro Nolasco

"ORACIÓN A LA VIRGEN MADRE" - CARDENAL PIRONIO

MARÍA EN EL CONCILIO VATICANO II



Podes seguir este blog a través de facebook: AÑO DE LA FE. (Grupo) Vivamos juntos la Fe (FanPage) y en Twitter: @VivamoslaFe