viernes, 29 de septiembre de 2023

De la empatía a la unidad y el martirio, un testimonio viviente del pueblo de la cruz


En este mes de septiembre la iglesia nos anima a leer más la Palabra de Dios. Dentro de la enorme biblioteca que es el Antiguo Testamento hay un libro que siempre me llama la atención: es el libro de Rut. Este pequeño y misterioso libro tiene por personaje principal a una mujer llamada Rut y a su suegra, Noemí. Se nos narra la historia de esta mujer moabita Rut, que viuda de un hombre judío, elije seguir a su suegra hasta abrazar la fe de Israel. El momento más decisivo es el que encontramos en la cita que está en nuestro encabezado, cuando Noemí se queda absolutamente indefensa, pues era viuda y habiendo fallecido sus dos hijos pierde todo sostén económico y social, y decide entonces volver a su tierra natal: Belén de Juda. Deja libres a sus dos nueras para que vuelvan a sus tradiciones moabitas y se casen otra vez si quisiesen. El amor filial que Rut tiene por Noemí es asombroso. La empatía que Rut siente por la anciana la mueve a quedarse con ella y emprender el viaje, dándose así la apertura de su corazón que permitió su conversión. Es aquí el momento decisivo, donde ella se la juega toda por la anciana israelita hasta el punto tal de exclamar: “tú Dios, será mi Dios”.

Es imposible saber lo que debe haber pasado por el corazón de Rut, que se convierte al Dios de Israel y termina siendo ella misma un testimonio de fidelidad. Quizás nos suene lejano, ¿quién sería capaz de convertirse al cristianismo movido por el testimonio? Surge aquí entonces la hermosa historia de san Mateo Ayariga.

El 15 de febrero de 2015, el ISIS decide asesinar a 21 trabajadores de la construcción capturados un tiempo antes en Egipto. Este terrorífico hecho se dio en las costas de Libia y se filmó, presentándose por los terroristas como un “mensaje con sangre para el pueblo de la cruz”. La tragedia mueve a millones alrededor del mundo y son ellos prontamente aclamados como mártires de la iglesia copta, iglesia ortodoxa oriental a la cual ellos pertenecían. Llama la atención la presencia de uno de los trabajadores que no era de nacionalidad egipcia y ni siquiera era copto. Sabemos que era un joven llamado Mateo, oriundo de Chad (un país de África central). Habría emigrado a Egipto buscando una salida laboral y cayó en manos de estos terroristas. Sabemos que al momento de la ejecución los captores lo interrogaron para corroborar si efectivamente él también pertenecía al llamado “pueblo de la cruz”. Mateo Ayariga, hoy san Mateo Ayariga, sin dudar respondió “Su Dios, es mi Dios”, recibiendo allí mismo el bautismo de sangre y convirtiéndose en testimonio para todos nosotros.


Esto es lo único que sabemos de este mártir contemporáneo, pero alcanza y sobra. Como una “Rut-contemporánea”, Dios debe haber movido algo en su interior de tal manera que frente a los captores que lo amenazaban de muerte, él eligió seguir el destino de Nuestro Señor, que es el Camino, la Verdad y la Vida. La historia no termina aquí, porque tan grande fue la explosión de amor que se dio al entregar su propia vida por Cristo, que los ecos de esa entrega movieron hasta el mismo Papa Francisco. Y fue en mayo de este año que nuestro Sumo Pontífice decidió incorporar al martirologio romano a estos 21 mártires coptos. Ellos se han convertido en un “signo de comunión espiritual que une a nuestras dos iglesias”, dijo el Papa.

El amor del Señor movió y sigue moviendo tantos corazones que ni siquiera imaginamos. Las palabras de la Sagrada Escritura “Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios” son hoy más actuales que nunca. Solo Dios sabe que gestos realizados por cristianos fueron los que llamaron la atención de aquel inmigrante del África subsahariana, y lo llevaron a dar su sí tan decisivo. Probablemente haya sido la suma de pequeños gestos cotidianos, compartidos en su trabajo como operarios de la construcción. Algo tan sencillo que logró algo tan grande, que además constituye un gesto entre las dos iglesias. ¡Es impresionante!

Que Dios nos regale la gracia de poder ser fieles en lo poquito de cada día y ser testimonio de amor cristiano para con los demás, amor que es concreto, humano y divino. Para que aquellos que no han hecho experiencia del amor de Dios, al compartir con nosotros puedan decir como Rut y como Mateo: “Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.”.

Redacción: Víctor Grinenco



Publicaciones del mes de la Biblia:





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domingo, 24 de septiembre de 2023

Meditamos el Evangelio del Domingo XXV con el P. Juampi Rossetti


Isaías 55,6-9 / Salmo 145(144),2-3.8-9.17-18 / Filipenses 1,20c-24.27a

Evangelio del día según san Mateo 20,1-16a:

Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?' Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'. Al atardecer, el dueño de la viña dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno. Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?' Así, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos''.

Homilía del P. Juampi Rossetti:

Reconocer la generosidad de Dios

En esta parábola, vemos a un propietario de una viña que contrata trabajadores en diferentes momentos del día. Al final del día, todos reciben el mismo salario, sin importar cuánto tiempo trabajaron. Esto refleja la generosidad de Dios (el propietario) para con nosotros. A menudo, medimos la justicia de Dios en función de nuestras obras, pero Él nos muestra que su generosidad es abundante y nos excede. Esto nos llama a reconocer que la gracia de Dios es un regalo inmerecido para aprovechar y disfrutar.

Evitar la envidia

En este pasaje, los trabajadores que comenzaron temprano en la mañana se quejan de que los que llegaron al final del día reciben el mismo salario. Esto refleja una actitud de envidia en sus corazones. Jesús nos desafía a no compararnos con otros en términos de recompensas espirituales o materiales. Nos invita a disfrutar de estar a su servicio, pertenecer a su reino y alegrarnos de que sea bueno con todos. Para eso podemos pedirle a Jesús mismo enfocarnos en nuestra relación personal con Dios.

Agradecer que Dios es bueno

Estamos invitados a reconocer que, sin importar cuánto tiempo hayamos servido al Señor, su gracia es igualmente disponible y abundante para todos. Estar agradecidos por los dones de Dios a uno mismo y a los demás y comprometernos a servir al Señor con humildad, sabiendo que nadie merece su amor desbordante, pero todos estamos llamados a recibirlo.

En esta parábola, Jesús nos invita entonces a reconocer la generosidad de Dios, evitar la envidia y agradecer el hecho de conocer quién es Dios. Y, si en algún momento de la vida nos enoje ver a otros que les va tan bien y nosotros “que estamos hace tanto tiempo en la Iglesia” no, recordemos siempre la pregunta fundamental: "¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?". Que esta pregunta nos lleve a una profunda reflexión y actitud de vida.

Dios los bendiga y cuide mucho

P. Juan Pablo Rossetti

 Arquidiocesis de Buenos Aires


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viernes, 22 de septiembre de 2023

¿Cuál es el impacto que tiene la Palabra de Dios en la cárcel? - Seba Iako



En el marco del Mes de la Biblia, podríamos hacernos las siguientes preguntas: ¿La Biblia queda reservada a las casas cristianas, queda sólo en parroquias y templos? ¿O también permitimos que la Biblia circule, que llegue a lugares, contextos y personas más necesitadas de la misericordia de Dios? Puntualmente: ¿Cuál es el impacto que tiene la Palabra de Dios en las cárceles? 
Aquí te lo contamos…

Al reflexionar sobre las cárceles, específicamente aquellas en el territorio argentino, evocamos imágenes de entornos adversos y deshumanizantes, donde la brutalidad y el abandono social son realidades constantes entre las personas privadas de su libertad. A pesar de que la legislación contempla la privación de derechos ambulatorios, con frecuencia en la conciencia social prevalece el deseo de suprimir aún más derechos, como el derecho a la vida, el derecho a la educación y a la salud. No obstante, en la Iglesia reconocemos que cada ser humano posee un valor intrínseco y una dignidad que trascienden cualquier circunstancia adversa. Fundamentamos esta creencia en la esperanza de que la divina gracia puede llegar a todos los corazones. En virtud de ello, surgen numerosas vocaciones misioneras deseosas de compartir el Evangelio en el ámbito carcelario, acompañar las problemáticas de los presos y hacer más accesible la Iglesia misma en esos contextos.

Si bien muchos de nosotros hemos experimentado el encuentro con Dios desde edades tempranas y hemos tenido diversas oportunidades para profundizar en esa experiencia, debemos reconocer que existen numerosas personas que no gozan de las mismas oportunidades. En este sentido, compartimos el testimonio de Alejandro Bircher, una persona privada de su libertad de 31 años, quien nos relata su vivencia del encuentro con Dios en la cárcel.
 
 “Hola, mi nombre es Alejandro y este es mi testimonio de cómo la palabra y el camino de DIOS fueron en búsqueda de mí en la cárcel… y me encontraron.”
“Me encuentro detenido por delitos leves, como corresponde estoy pagando a la sociedad mi desobediencia. Pero hoy quiero narrar un poco cómo la presencia de Dios tocó mi vida y desde ahí nunca más, pero nunca más, volví a ser el mismo ser…”
 
Este testimonio pone de manifiesto cómo Dios logra superar las "tres rejas" que suelen aislar a los presos de la sociedad y de la Iglesia: la reja institucional de la cárcel, la reja social de haber delinquido y la reja simbólica, la etiqueta, por ser personas en situación de pobreza y vulnerabilidad. Tres rejas que Dios atraviesa fácilmente para llegar a los corazones, porque Dios atraviesa todos los límites


“A los 16 me tocó una de las situaciones que me marcó hasta el día de hoy, mi madre se enfermó y murió de cáncer. Ese suceso fue un impulso para que yo tomara malas decisiones, y las espinas que sembré las recogí con muchas tristezas…
Una de esas malas decisiones me llevó al lugar de donde estoy escribiendo este testimonio de vida. Llevaba un tiempo en la prisión y llevaba una vida desordenada, incluso creía en santos paganos que nada bien me hacían en la vida, y de a poco construía un personaje de vida que no era el original ni mucho menos lo que Dios quería para mí. Caminaba día a día sin sentido, mis decisiones en la cárcel eran vanidades que sólo me hacían saciar el placer del ser, provechosas como ellas solas me llenaban hasta el extremo… pero aun así vacío por dentro. No valoraba nada y nada tenía sentido más que saciar mi interior.”
 
Alejandro nos escribe desde un Pabellón Literario llamado “Mentes Libres” contándonos su experiencia con la Palabra, explicando que años después durante su estadía en la cárcel, finalmente tuvo contacto con la Biblia. La lectura es muy fomentada en los pabellones que buscan caminos y herramientas para poder concentrarse en algo bueno, tal como sucede en los Pabellones Literarios. Con la lectura de las Sagradas Escrituras,  Alejandro comenzó a revitalizar su fe a pesar del contexto carcelario.


“Yo leía la Biblia con compañeros que les gustaba escuchar, y declaraba con mi boca diciendo: la vieja vida la voy a dejar pero que la Palabra no. Sin darme cuenta estaba declarando el versículo que nunca había leído antes que dice: cielos y tierra pasarán, más mi palabra no (Mateo 24, 36). Pero un día cuando tenía 27 años, me encontraba solo dentro de la celda, y estaba drogándome como el viejo hombre que era, y me encontraba solo, y de repente empecé a llorar de una manera que la tristeza me inundó por completo, me arrojé al suelo llorando. Ahí es cuando Dios tocó con su presencia mi vida, y sentía que me decía “hasta acá, hijo…” Poco a poco después de ese día, fui esforzándome en abandonar el viejo hombre que era, dejé mis malas costumbres de vida y empecé a modelar el ejemplar de vida que Jesucristo quiere que tengamos… Empecé a encontrarme con versículos de la Biblia que me ayudaban en este proceso como “Las malas charlas corrompen las buenas costumbres. Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar” (1 Corintios 15:33-34). Fui encontrándome con miles de consejos bíblicos, me iba inundando en la presencia, orando y llorando. Sentía que Dios me hablaba en todas las cosas."

"La Palabra se vivifica en uno, al leerla, orarla y practicarla, la haces parte de tu vida. Incluso en varias ocasiones me sentía identificado como cuando Daniel entraba en la fosa de los leones y salía ileso, porque Dios me acompañaba como había acompañado a Daniel en el Antiguo Testamento. Comprendí que Dios quiere que todos los hijos pródigos vuelvan a casa, cambiando la vida desordenada hacia una ordenada. Ahora no quiero desviarme ni a la derecha, ni a la izquierda, mantenerme centrado y despierto hacia su camino, hacia su verdad y hacia la vida hermosa que me espera."



"Dios es impresionantemente amoroso. El que permanece en el amor permanece en Dios. Por eso hago un esfuerzo en mi persona y trato de amar a mis pares aunque no los conozca. Dentro de mí empezó a cambiar ciertas costumbres y sentimientos que me llevaron a una mejor visión de la vida y mejor convivencia con ella. La Palabra de Dios te pone en Gracia con Él, te lleva a estar bien con vos mismo y con los pares pero, mejor aún, con Dios también.”

martes, 19 de septiembre de 2023

"Una novicia en Skate" - Nati Zunino



Hoy te invitamos a conocer a Nati Zunino, "la novicia en Skate". En esta entrevista vamos a conocer su camino de discernimiento vocacional y su pasión por el Skate. Ella también es una evangelizadora digital, no te pierdas esta entrevista muy divertida

¿Quién es Nati Zunino?

¡Hola a todos! Mi nombre es Nati, tengo 36 años, nací en Mercedes, provincia de Buenos Aires, actualmente vivo en Haedo, en uno de nuestros colegios (congregación de las Hermanas de San Antonio de Padua).

Uno de mis grandes hobbies es leer y además soy muy cinéfila, me gusta muchísimo ver películas (en especial todo el universo Marvel) también mirar series y disfruto mucho del teatro. Me gusta el fútbol y fuí muy feliz festejando el mundial.

Soy community manager y actualmente estoy cursando la carrera del profesorado de ciencias sagradas, pero hace unos años y antes de empezar mi camino vocacional me recibí de azafata.




¿Cómo descubriste tu vocación religiosa?

Si bien siempre estuve en grupos misioneros, de cenáculo, pascua joven y con una vida muy activa en la parroquia, jamás se había pasado por mi cabeza entrar a una congregación.

Conozco a las hnas muy de cerca, porque soy ex alumna del colegio San Antonio de Padua que pertenece a la congregación pero nunca pensé en esta opción.

Tenía una vida como cualquier joven: trabajaba, salía, estaba con mis amigos, hacía mucho deporte y una noche en un retiro de jóvenes, un sacerdote amigo me pregunta: "¿Nunca pensaste en la vida consagrada vos?" Automáticamente mi respuesta fue: "¡Ni loca! Las monjas no son como yo! A mi me gusta salir, divertirme, estar con mis amigos. Jamás podría pensar mi vida así!."

Y este sacerdote amigo me dio una respuesta que para mí fue crucial: "Dios llama a quien quiere, ¿quién te pensas que sos vos para que no lo haga?"

Esa noche no pude dormir. Y empezó un torbellino de dudas, que siempre estuvieron ahí pero que jamás quise responder ni hacerme cargo.

Fue así como en silencio, comencé a rezar y a buscar por internet distintas congregaciones para conocer varias opciones. !Mi algoritmo de google de pronto se había vuelto loco con tantas búsquedas de congregaciones!

Cuando me animé a contárselo a una muy buena amiga, que se llama Dianela, que yo estaba en esa búsqueda, su respuesta fue: Y si amiga! era obvio! Me sentí realmente acompañada.

Ya siendo el año 2016, en Ecuador sucedió un terremoto muy grande, y unas religiosas me invitaron a ir de voluntaria. Esto fue un antes y un después en mi discernimiento.

No tenía ni pasaporte, ni dinero para el pasaje, pero Dios pone siempre los medios cuando quiere algo, y gracias a mis amigos, en una semana me estaba yendo, a un lugar desconocido, con un desastre natural que nunca había vivido, pero con toda la fe sabiendo que era allí donde quería estar. Estuve 4 meses ayudando, aprendiendo, salteando peligros.





Para quienes conocen la historia de la Hna Clare, estuve con sus hnas ayudando a limpiar escombros del lugar que fuera su casa, y conmovida por la historia de unas religiosas jóvenes que habían perdido la vida.

Allí conocí mucha gente, muchos amigos, sentí la presencia de Dios todos los días cuidándome en una situación totalmente nueva para mi. Fue allí donde descubrí que quería esta opción de vida para toda mi vida: Estar disponible para un otro 24hs donde Dios me convoque.






Estuve en Estados Unidos también de misión, confirmando y reafirmando mi vocación. La congregación a la cual pertenezco, es mi familia de toda la vida. Nos conocemos hace más de 25 años ya que no solo soy ex alumna de sus colegios, sino que además siempre estuve con las hermanas en los grupos de jóvenes y misioneros. Entrar con ellas, fue como la sensación de visitar y quedarse en la casa de un familiar.




¿Y cómo surgió lo de andar en skate? 🛹

Siempre de chiquita me encantaba mirar ESPN donde pasaban videos de skaters, de bmx, snowboarding, y me pasaba horas mirando. A la hora de jugar a la play, siempre elegía este tipo de juegos.

Hace 2 años, me anime a probar y conseguí una profe para que me enseñe a subirme a la tabla y a patear. Se necesita mucha práctica, y unos cuantos golpes (los que estén leyendo en su casa usen protecciones y casco jaja), pero se puede!

Descubrí que no hay edad para aprender lo que a uno le apasiona. Así que hoy el skate es para mi un medio de evangelización entre los jóvenes, además de que me encanta andar, los chicos descubren ahí que las religiosas también podemos hacer actividades como ellos (y eso que aún no me vieron tocando la guitarra eléctrica jaja).




En julio participaste del Encuentro Nacional de Evangelizadores Digitales, ¿Qué nos podés contar de este encuentro? ¿Qué fue lo que más te gustó?

El encuentro me encantó! Me pareció una genialidad la convocatoria por parte de los organizadores. Me pareció un encuentro fraterno, familiar, con la sensación de que nos conocíamos hace muchos años.

Me encantó descubrir, que cada uno tiene un público diferente, un modo de evangelizar diferente y por lo tanto entre todos llegamos a diferentes personas pero con un mismo mensaje.




Las redes son aún un terreno por descubrir, donde nada está escrito y todo está para hacerse, en el ambiente digital hay una iglesia emergente llena de vida, con nuevas formas.

Adaptarse a la evangelización digital es lo que Jesus haría hoy en el 2023, dar su mensaje en todas las plataformas y de modos distintos.

💻📱 Aliento a todos aquellos que desde la red que usen, sigan dando a conocer el mensaje de amor de Jesús, no importan los followers ni los likes, solo importa que detrás de cada pantalla hay un rostro humano, real, con una historia verdadera, esperando a leer algo que le haga click en su corazón para conectarse con eso que es lo auténtico.

¡Nunca sabemos hasta dónde podemos llegar con lo que escribimos! y eso es lo valioso de la red!

Muchas gracias Nati por compartir tu testimonio con nosotros. Invitamos a todos los lectores a conocer más datos de su vida en su cuenta de Instagram: Nati.Zunino



Otras entrevistas con Evangelizadores Digitales:








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domingo, 17 de septiembre de 2023

Meditamos el Evangelio del Domingo XXIV con el P. Martin Nacusi




Eclesiástico 27,33–28,9 / Sal 102,1-2.3-4.9-10.11-12 / Romanos 14, ,7-9

Evangelio del día según san Mateo 18, 21-35:


En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»

Homilía del P. Martin Nacusi

Querido hermano/a, en este domingo, donde volvemos a escuchar la parábola del rey que perdona la deuda a su servidor como imagen que usa Jesús del perdón de Dios, es importante que podamos dimensionar ese perdón. 

Como los talentos y los denarios no son monedas que usemos en nuestros días, es importante saber lo que implicaba para aquella época. Un denario equivalía al salario de un día de trabajo. Pero un talento, equivalía a 6.000 días de trabajo (lo que significa más de 18 años de trabajo). Por ende, cuando Jesús busca enseñar a Pedro la dimensión del perdón, y que la invitación es a perdonar siempre, lo que pone de ejemplo, es que no se compara el perdón que recibimos de Dios por nuestros pecados, al perdón que podemos ofrecer a quienes nos han ofendido. 

El ejemplo será ese: un servidor no podía pagar las cuentas con su rey, ¿Por qué? Porque debía ¡¡10.000 talentos!!, ¿sabes cuantos denarios o jornadas de trabajo equivaldrían?... 60 millones de denarios. Lo que es igual a 189 años de trabajo. Si, estás pensando lo mismo que yo, te darás cuenta, que no le alcanzaba la vida para pagar su deuda. Por eso tenía que ser vendido él, su esposa, sus hijos, sus posesiones. Pero no, el rey decidió perdonarlo, gratuitamente. Sin que este servidor perdiera nada, absolutamente nada. Sin embargo, lo escandaloso del rencor, y la falta de perdón, es que sin caer realmente en la cuenta de tanta misericordia recibida, este servidor no quiso perdonarle la deuda al compañero con el que se encuentra, que apenas le debía 100 denarios. ¿Era plata? Por supuesto. Pero ¿qué eran 100 denarios a 60.000.000 que él debía?.

El salmo 102 nos recuerda que Dios rescata nuestra vida del sepulcro, y nos corona de amor y ternura. Dejémonos amar gratuitamente por Dios, volvamos una y otra vez a traer a nuestra memoria esas experiencias profundas de reconciliación con el Señor, y será mas fácil perdonar. ¿Tu hermano te ofendió?, perdónalo. Acordarnos de las realidades ultimas nos ayuda a esto. Esa es la enseñanza del Eclesiástico: “acuérdate del fin, y deja de odiar, piensa en la corrupción y la muerte, y se fiel a los mandamientos. Acuérdate de los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo, piensa en la Alianza del Altísimo y pasa por alto la ofensa”. 

Quien se sabe profundamente amado y perdonado es capaz de repetir estos gestos, aunque siempre a menor escala, porque no se compara el perdón que podemos dar, al que recibimos. 

Que Dios te bendiga y vivas con un corazón liviano y pacificado porque vas bendiciendo y perdonando a todos. 

P. Martín Nacusi
 Arquidiocesis de San Juan de Cuyo 



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jueves, 14 de septiembre de 2023

La Salud Mental y la Palabra - Víctor Ramírez




  "Hijo mío, presta atención a lo que te digo, inclina tu oído a mis palabras. Que ellas no se aparten de tus ojos, guárdalas bien dentro de tu corazón, porque son vida para los que las encuentran y salud para todo ser viviente". Proverbios 4,20-22

Últimamente son cada vez más los profesionales que cuestionan los conceptos vigentes de salud mental por considerarlas confusas y hasta reduccionistas. A su vez hay una mayor inclinación hacia un concepto de salud mental que incluye la palabra “integral” u “holístico”, que en realidad pretende incluir en la definición tradicional del ser, como unidad biopsicosocial, la dimensión espiritual y trascendental de la persona.

Esta actualidad se debe a que por mucho tiempo la ciencia a tratado de ordenar o encasillar ciertos aspectos físicos, mentales y sociales por separado pero las personas no somos así. Dios no nos creó así. Esta integralidad, que se va acentuando en la ciencia, trata de confirmar que todos esos aspectos están entrelazados y unidos entre sí.

De esta manera, una enfermedad mental hace referencia a tener problemas en como pensamos y sentimos las cosas, causando síntomas físicos y problemas en la vida cotidiana. Los ejemplos más grandes son la depresión, el estrés e incluso la ansiedad. Al menos por ahora no indagaremos en la etiología de estos problemas, pero son capaces de destruir la visión del mundo que posee la persona, afectando directamente su relación con los demás y la capacidad de organizar o regular las emociones. Como consecuencia de ello la persona termina sufriendo aislamiento, segregación, una ruptura de la conexión con su medio social.

En este punto hay quienes piensan, aun en nuestras épocas, que los problemas de salud mental no existen como tal. Todos ellos representan problemas espirituales, buscando un estado interior de paz que terminan cayendo en pseudo religiones que terminan demonizando el cuerpo y la mente. Por supuesto, también están quienes atribuyen a estos problemas un origen exclusivamente médico o psicológico, reduciendo a la persona a una patología. No nos olvidemos de las miradas que hacen un culto al cuerpo o redes sociales de apoyo donde hay que adherirse a las tendencias para poder estar bien, que nos aíslan de la realidad individual. Sin embargo, lo verdadero aquí es que existe una integración, una interconexión entre todas ellas.

En todo esto la Palabra de Dios viene a compartir su mirada integral hacia el hombre, concebido en cuerpo, mente y espíritu. El primer paso hacia una concepción integral de la persona tiene que ver con la conciencia de como el ser humano conoce a Dios y se conoce así mismo. Donde la relación, de la persona con Dios constituye una fuente de fortaleza y sanidad. Esto mismo representa una discusión constante entre los profesionales de la salud mental. Hoy en día esta búsqueda, de Dios y de sí mismo, puede ser muy complicada por la abundancia de aquellos esquemas relativistas que hablamos antes.

La Palabra es un puente entre aquello que creemos y somos, nos invita a hacer una lectura de lo que está pasando en nuestras vidas, en términos de fe. Es decir, nos invita a buscar la santidad, la gracia de Dios, entender que aquel que es mi creador me dice cuál es el camino para conocerme mejor, para vivir mejor, lo cual no tiene que ver con la ausencia de problemas. Estar atento a la Palabra de Dios nos abre, a la búsqueda de sentido de nuestras vidas, con problemas y todo. Da sentido, propósito y dirección a nuestros pensamientos, que, como sabemos, son la base de las realidades que generamos en cualquier ámbito de nuestra existencia.

En conclusión, una buena salud mental tiene que ver con saber conocerse, saber leer la propia historia y desde allí, con la compañía de Dios, a través de su Palabra, elaborar aquella máxima que dice: yo soy el resultado de lo que creo.


Redacción: Víctor Ramírez

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lunes, 11 de septiembre de 2023

"Hablemos de Teología" - Agustín Podestá



Hoy te invitamos a leer esta entrevista y conocer a Agustín Podestá, él es Magister en Teología y Evangelizador Digital


¿Quién es Agustín Podestá?


Soy Agustín, laico, casado, papá de 2 hijos. Vivo en Buenos Aires.

Soy Magister en Teología con especialización en Historia de la Iglesia, UCA. Y Diplomado Superior en Ecología Integral, Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común. Trabajo como docente e investigador en la Universidad del Salvador en diversas asignaturas y proyectos (especialmente temáticas relacionadas con Laudato Si' y el Magisterio del Papa Francisco). Soy profesor también en el Instituto Superior Padre Elizalde en la asignatura "Historia de la Iglesia". Y este cuatrimestre comencé con la dirección de la Diplomatura en Historia de las religiones y espiritualidades en la Universidad de San Isidro. Actualmente tengo un espacio de difusión de Teología y evangelización en redes sociales (@hablemosdeteologia) por lo que comencé a andar el camino de la Evangelización Digital.

Como hobbie, y a modo de "religión secular", heredada en especial de mi papá, soy fanático de Star Wars.




¿Por qué decidiste estudiar teología?


Comencé a estudiar teología con 18 años, recién salido del secundario. Todo el trayecto escolar lo hice en la escuela parroquial (diocesana) San Ramón Nonato, donde además participé muchos (muchos!) años (y todavía participo en lo que puedo) en la parroquia. Vengo de una familia donde la religión siempre fue importante, por tanto no les resultó tan extraño.


Como motivación personal para estudiar teología pienso dos cosas: por un lado, siempre me llamó la atención la importancia que la religión tiene para la cultura y la historia de los pueblos. Y, por otro lado, y más fundamental e importante, me sucedía que sentía una necesidad de comprender más profundamente la fe (por ej, escuchaba en misa en las lecturas “Lectura del libro del profeta …” y quería saber más sobre ese libro, qué importancia tendría, que historias, contextos, etc, o dando catequesis me daba cuenta que me faltaba contenido o fundamento para las cosas que creo y que me alegro de compartir). A medida que fui cursando la carrera me terminé de convencer, tengo el regalo de continuar estudiando, reflexionando y trabajar de mi vocación, y todo ello lo hago permanentemente en oración, porque de Él se trata.



¿La teología que le puede aportar al hombre del siglo XXI?


El Papa Francisco nos ha ayudado mucho a pensar este tema: la teología debe dejar de ser pensada “desde el escritorio” para pasar a ser pensada desde la realidad, en y con el pueblo, en y por la Creación (“un oido en el pueblo y otro en el evangelio”). 


La teología está llamada a reflexionar, entonces, estando encarnada en las necesidades que hoy se presentan para ayudar al crecimiento del Reino de Dios. Y esto se ve en múltiples realidades existenciales: la crisis climática, las múltiples formas de violencia, discriminación y marginación, las migraciones forzadas, las enfermedades, los problemas sociales, etc etc. “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos” (Mt 9,37) recemos por las vocaciones teológicas.



¿Cómo surgió la idea del proyecto digital “Hablemos de Teología”?


Surgió por la necesidad de dar otro tipo de respuesta a la necesidad que muchos tienen de Dios en el mundo digital. Veía que en las redes sociales muchos portales católicos resultaban (quizás muy bien) pero de católicos para católicos (fanáticos muchas veces). Sentí que faltaba un espacio donde la fe se ponga al servicio de otro tipo de preguntas para otras necesidades. De hecho, me pasa que muchas personas que siguen mi perfil son ateos o agnósticos, o de otras confesiones religiosas, y/o de otras disciplinas académicas (filósofos, sociólogos, historiadores, etc), porque encuentran en “Hablemos de teología” discursos e interlocuciones que les permiten acercarse al misterio de Dios desde otro tipo de cuestionamientos. Trato de mantener el perfil teológico lo más que puedo justamente para eso, para que sea un espacio de difusión de teología (católica romana), pero no solamente repetición de contenidos de fe, sino más de corte académico.



En julio participaste del Encuentro Nacional de Evangelizadores Digitales, ¿Qué nos podés contar de este encuentro? ¿Qué fue lo que más te gustó?

Fue realmente una experiencia hermosa, de presencia de Dios en la fraternidad de muchas y muchos que estamos apostando por la evangelización digital. Creo que lo que más me llegó fue el entusiasmo, la comunidad y la diversidad. Darnos cuenta que encarnamos aquello de la diversidad en la unidad (“católico” significa eso: respetar lo universal y diverso, sosteniendo la unidad). Hay muchas formas de evangelizar, muchas formas de transmitir a Jesús, pero elegimos hacerlo formando una comunidad que se pone al servicio de múltiples necesidades. “Samaritaneamos” con alegría según los dones que Dios nos ha dado a cada uno. 



¡Que esa alegría se acreciente en la comunidad de evangelizadores digitales!



Muchas Gracias Agustín! Los invitamos a todos a conocer más información de Hablemos de Teología



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domingo, 10 de septiembre de 2023

Meditamos el Evangelio del Domingo con Fray Ronald Andrade OP



Ezequiel 33,7-9 / Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9 / Romanos 13,8-10.

Evangelio del día según San Mateo 18,15-20.

Jesús dijo a sus discípulos: Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.

Homilía de Fray Ronald Andrade OP

El evangelio de este día nos presenta una exhortación a la corrección fraterna. En ella, san Mateo nos narra la enseñanza del Maestro a sus discípulos acerca de cómo corregir al hermano que se equivoca y cuál debe ser la actitud de quién peca. Para ello, El Señor nos muestra unos pasos pedagógicos a seguir:

Primero, “ve y aconséjalo a solas, tú con él”. Después de tener la evidencia del error del hermano contra tí o contra otro, El Señor nos pide tener discreción y prudencia para actuar. Detrás del pecado del hombre hay un drama humano que se nos escapa a primera vista. Por eso es importante acercarnos con compasión y misericordia al prójimo que se ha equivocado para escucharlo e intentar comprender su actitud. Del mismo modo que nos gustaría que se acerquen a nosotros si cometemos una macana. Somos nosotros los que damos el primer paso, lo hacemos por amor a la persona, en un clima de diálogo y respeto, donde el pecador se sienta acogido y misericordiado por Dios. Solo en éste ámbito el hombre podrá volver en sí, pedir perdón y convertirse. Porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que cambie su conducta y viva (Ez 33,11).

Nosotros estamos invitados a mostrar el rostro amoroso del Padre que quiere a su hijo extraviado de vuelva en casa. El Señor pide que ganemos al hermano, que lo ganemos para Él, no para nosotros, por eso el modo de acercarnos al otro es al modo de Cristo, con humildad y reconociendo la debilidad humana. Queda excluido de éste diálogo todo reproche estéril que culpabilice y denigre al hermano.

Segundo, “toma contigo a uno o dos”. Si el hermano no te escucha y persiste en su error, no hay que afligirse solo, hay que buscar ayuda. A veces nosotros no somos el mejor testimonio para un hermano. De la mano de uno o dos testigos entonces la intención de la corrección fraterna cobrará más fuerza. Ya no se tratará de algo solo personal. El pecado y la búsqueda de su conversión se hace más objetiva.

Tercero, “díselo a la comunidad”. Ante la negativa del hermano en querer aceptar su error y enmendarlo, está la comunidad (ekklesía) donde se puede encontrar el mejor modo para atenderlo. Se analizará el caso en concreto para pedir la asistencia del Espíritu, se puede acudir a un ministro ordenado, a una hermana religiosa, al obispo, en cualquier caso, la Iglesia tiene muchos medios para atender a los hermanos que se han equivocado. De todos modos, si aún así el hermano persiste en su pecado, sin querer ver la luz, solo nos queda rezar por él y su conversión.

Después de estos consejos prácticos, el Señor da el poder a sus discípulos de atar y desatar. Es decir, de perdonar o no, los pecados de los hombres en la tierra y lo mismo sucederá en el cielo. Dios le concede primero a Pedro este poder y luego a los ministros de la Iglesia por sucesión apostólica. Por eso es importante la apelación a la Iglesia y a sus sacerdotes en el caso de querer ayudar a un hermano en pecado. Al final del evangelio el Señor nos asegura su acción cuando la oración se hace en comunión. Porque es una plegaria desinteresada, se la hace para el bien común. Brota de un corazón agradecido y compartido con otro. Es una petición transparente y verdadera.

La mejor oración siempre se hace entre dos que han unido sus fuerzas por una intención. Y si invocamos el nombre del Señor, Él nos promete su compañía y su presencia todos los días de nuestra vida. Así entonces la oración se vuelve el medio más eficaz para que Dios pueda otorgarnos los bienes y las gracias que necesitamos para nuestra vida y para la de nuestros hermanos.

Que el Señor nos conceda la gracia de saber acompañar a los hermanos que han obrado mal y que juntos en comunión podamos orar al Padre de los cielos por toda la Iglesia que peregrina en la tierra. Amén.

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