Biografía de Jorge Cristian Pérez
Nació el 28 de septiembre de 1977 en Buenos Aires, Argentina. Recibió el sacramento del bautismo en la parroquia San José de Villa Domínico el 7 de enero del 1978.
En
el año 1996, movido por una gran
generosidad, se traslada a la Parroquia Santa
Catalina de Dock Sud, para ayudar a conformar los nuevos grupos de
Jóvenes de Acción Católica. Empieza un crecimiento interior muy
notable. Descubre las riquezas del Acompañamiento Espiritual con un sacerdote y
profundiza un camino de amistad con Jesús que le abre nuevos horizontes en la
oración y el apostolado. Empieza a frecuentar el sacramento de la Reconciliación,
recibió la primera comunión y el sacramento de la confirmación.
Comienza
a asomar en Jorge su capacidad de liderazgo. Con
su animación y cuidado acompañaba a los jóvenes de su edad o más pequeños no
solo desde el lugar de delegado sino desde una profunda amistad y hermandad
para con ellos. Jorge para muchos era como un hermano mayor y aquel que les
mostró el camino hacia Jesús. Tenía un modo apasionado de explicar las
cosas que más le gustaban
Le gustaba jugar al futbol, tenis y andar en bicicleta. Le
encantaba la música, especialmente el Rock. Era hincha del Club Atlético
Independiente.
No esperaba que los jóvenes se acercaran a la parroquia. Los iba a
buscar y usaba el fútbol como excusa para atraerlos. Participaba no sólo de la
misa dominical, sino que cuando podía iba entre semana a escuchar la Palabra de
Dios y recibir la Sagrada Comunión. Amaba rezar y cantar junto al Sagrario e
invitaba a otros jóvenes para que lo acompañaran.
En el año 1997, participó de un retiro vocacional de tres días, en
el seminario mayor de Villa Mercedes, provincia de Buenos Aires. Esa
experiencia le ayudó a afirmar más su vocación como joven cristiano laico en la
parroquia; con sus amigos, la familia y el estudio. Al terminar el
secundario decidió estudiar el profesorado de geografía, en el Instituto
Superior Dr. Joaquin V. Gonzalez.
En enero de 1998 fue parte del grupo misionero de la parroquia que
en ese verano fueron al paraje Los Rosales, del departamento de Anta, provincia
de Salta, dónde ayudó y se dejó ayudar por las buenas personas de ese lugar. En
1999 compartió con la comunidad de la parroquia Ntra. Sra. Del Rosario, en la
localidad de 9 de Julio en la provincia de San Juan, una Semana Santa entera,
ayudando al párroco de allí y compartiendo experiencias de vida con los
jóvenes. Quedó tan vinculado, que meses después, volvió allí, adelantándose
unos días a la Asamblea Federal de la Acción Católica Argentina, cuya sede iba
a ser en la misma ciudad de San Juan. Se lo recuerda, entre otras cosas, como
organizador de una noche heroica ante el Santísimo, con su guitarra, el canto y
la oración. En esta provincia se lo recuerda muy bien hasta el día de hoy,
particularmente en la localidad de 9 de Julio.
También se recuerda que ayudaba brindando apoyo escolar a aquellos muchachos que no llegaban muy bien con sus materias a fin de año. Y por el testimonio de algunos de ellos, los resultados eran bastante buenos. Tenía tiempo para todos. Para trabajar, estudiar, para su novia, para su familia, para la parroquia.
En el mes de agosto del año 2000 se realizaba la Jornada Mundial
de la Juventud en Roma, un acontecimiento tan esperado por muchos y
especialmente por Jorge, quien pudo inscribirse y pagar algunas cuotas para
participar de la misma. El dinero lo obtenía como fruto de su esfuerzo y trabajo.
En su último fin de semana de vida, trabajó esa mañana del sábado
en el colegio Santo Tomas; participó de las actividades parroquiales con los
jóvenes como todos los sábados en Dock Sud; asistió de la misa de 19hs en la
Iglesia Jubilar de Luján de Sarandí, que era una de las tres designadas para
ganar indulgencias por el año jubilar. Indulgencia que evidente buscó alcanzar,
como lo afirmó su director espiritual.
En la noche del domingo 5 de marzo llego a su casa y pudo
encontrase con su mamá. Doña Mercedes, trabajaba toda la semana con cama
adentro, cuyo horario comenzaba en la noche del domingo. La acompañó a la
parada del colectivo para despedirse de ella y es allí, que recibió una bala en
su cuerpo que lo hirió mortalmente. Fue una bala perdida que surgió de un hecho
confuso a varios metros de allí. Falleció en el hospital de Wilde unas horas
después. Cuando lo trasladaban al hospital un amigo de su hermano le prometió
venganza para quienes lo habían lastimado. Jorge expresó “déjalos, yo ya los
perdoné”.
Sus restos mortales descansan en el cementerio de Avellaneda.
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