domingo, 29 de octubre de 2023

Meditamos el Evangelio del Domingo XXX con Fray Cristian Yturre OP



Éxodo 22,20-26 / Salmo 17,2-3a.3bc-4.47.51ab / Tesalonicenses 1,5c-10

Evangelio según San Mateo 22,34-40


Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?". Jesús le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas".

Homilía de Fray Cristian Yturre OP: "El GPS de la  Cruz"


Queridos hermanos. En el evangelio de hoy, el Señor nos enseña a hacer una lectio uniendo dos textos separados (Dt 6,5 y Lv 19,18) y unificándolos, regalándonos el precepto del amor. Y este precepto debe convertirse en piedra fundamental de nuestro obrar, en el norte de nuestra vida.

Podemos dar un ejemplo: Cuando queremos ir a un lugar que no conocemos, pedimos la dirección, solemos poner el “google maps” o alguna aplicación que nos indique por dónde ir. Si estamos en algún lugar pequeño, tal vez alguien nos indique cómo llegar con referencias del lugar (está al lado de la plaza, frente a la verdulería…). Siempre necesitamos referencias, necesitamos conocer a dónde vamos para no perdernos. En el evangelio de hoy, el Señor nos da las coordenadas de la vida. A dónde y por dónde ir. 

¿Cómo vivir mi vida cristiana? De cara a Dios y a los hermanos, con el GPS del amor conectado continuamente. Una flecha apuntando hacia arriba, a Dios; otra mirando a los lados, a los hermanos.  Vivir del amor, pero del amor que persevera en Cruz. 

Pero, por qué amar. Usando el ejemplo que hemos dado, podríamos decir: ¿cuál es la necesidad de usar este GPS? ¿Para qué moverme del lugar tan cómodo en el que estoy? Porque el amor no comienza por mi iniciativa. No AMO para que el Señor me ame. Ya he sido AMADO “hasta el extremo.” El amor no comienza por cada uno de nosotros, el amor ya ha comenzado su camino desde mucho antes. Hemos sido amados desde toda la eternidad. Dicho de otra manera, el motor de amor ya está en marcha, nuestra vida ya está en camino. El GPS del amor, de la Cruz es una necesidad. ¿Pero hay opción? Si claro, perderse. Sin la Cruz perdemos nuestro norte. 

El amor necesita coordenadas o termina perdiéndose. Sin la cruz terminamos amando las cosas efímeras de este mundo, terminamos perdiéndonos en busca de llenar el vacío de nuestro interior. Nada me llena, nada me satisface, nada me da paz. Porque nuestro corazón ha sido creado para Dios y estará inquieto hasta que repose en él.     

Lo bueno es que, aunque muchas veces perdamos ese norte, el Señor siempre estará allí para llevarnos otra vez al camino. Él es el amor que siempre persevera buscándonos, que no se rinde, que no abandona. El señor nos dijo “dónde esté tu tesoro estará tu corazón.” Muchas veces no sabemos dónde está nuestro corazón. Pero hay algo que si sabemos: el corazón del Señor está con nosotros, está contigo. Tu eres su tesoro.

¡Que el Señor te bendiga!




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