Un camino para encontrarnos con Jesús
Cuando pensamos en el
rosario, probablemente nos venga a la mente a nuestras abuelas rezando con sus
cuentas en la mano, o quizás en nuestras parroquias antes de misa o en una
procesión en el barrio. Pero el rosario es mucho más que una tradición bonita:
es un camino directo al corazón de Jesús de la mano de María. Y en este
camino, los dominicos tienen mucho que ver.
Vamos con poco de
historia… Cuenta la tradición que la Virgen María se apareció a Santo Domingo
de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores, y le entregó el rosario como
un arma espiritual para anunciar el Evangelio. Domingo entendió que no se
trataba de “palabras bonitas”, sino de una herramienta poderosa para
transformar corazones y llevarlos a Cristo.
Unos siglos más tarde, en
la batalla de Lepanto (1571), las tropas cristianas rezaron el rosario
antes de enfrentarse al Imperio Otomano. Contra todo pronóstico, salieron
victoriosas. El Papa San Pío V —dominico, además— atribuyó el triunfo a la
intercesión de la Virgen y, en agradecimiento, instituyó la fiesta de
Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre.
Desde entonces, frailes,
monjas, hermanas y laicos dominicos propagamos esta oración por todo el mundo.
El rosario se convirtió en un sello de identidad: rezarlo no es solo repetir,
es contemplar la vida de Jesús con los ojos de María. Y eso significa
algo muy profundo: al rezar el rosario, no vamos solos, caminamos con ella,
aprendemos de su fe, de su ternura, y descubrimos cómo vincularnos con Jesús
desde el corazón de su Madre.
¿Por qué rezar el rosario
hoy?
Tal vez pienses: “Eso
es cosa de grandes, yo no tengo tiempo”. Pero el rosario es una oración que
se adapta a vos:
- Podés rezar una decena mientras viajas
en el colectivo o caminas a la uni o al trabajo.
- Podés escuchar un audio del rosario y
unirte desde el celular.
- Podés rezar con amigos o en comunidad
y descubrir que no estás solo en la fe.
El rosario no te saca del
mundo: te ayuda a ver el mundo con otra mirada, a poner tus luchas y
proyectos en manos de Dios. Es como llevar a María de compañera de camino: te
escucha, te sostiene y te recuerda que no estás solo.
Octubre: el mes del
Rosario
La Iglesia dedica octubre
a Nuestra Señora del Rosario, y nos invitan a redescubrir esta oración
como una manera joven, simple y profunda de encontrarse con Cristo.
Ojo!, algo para tener en
cuenta, el rosario no es un amuleto, es un camino de contemplación. Cada
misterio es un pedacito del Evangelio que se hace vida en vos: desde la alegría
del nacimiento de Jesús hasta la esperanza de su resurrección.
¿Te animas al reto?
Durante este mes, te
invitamos a rezar el rosario todos los días, aunque sea una parte,
aunque sea una decena. regálale a la Virgen unos minutos de tu día.
- Elegí una intención diaria (por tu
familia, tus estudios, tus amigos, la paz).
- Rézalo con tus cuentas, con el
celular o en comunidad.
María no se cansa de
escucharte. El rosario es su regalo, y también puede ser tu fuerza para vivir
con más fe, libertad y amor.
Con cariño Maru
Gracias por recibir esta dulce historia de comunicarnos con Jesús. Yo lo rezo todos los días a la siesta y duermo con el Rosario e mi mano si cabeceo al despertarme sigo .Es mi compañero mi colección con Maria..
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